Se cumplió el sueño de la familia Williams

PARIS ((ANSA) – La estadounidense Serena Williams (3) se coronó en Roland Garrós al vencer a su hermana Venus (2) por 7-5 y 6-3, en una final que por primera vez en la historia del torneo contó con dos jugadoras negras y, además, familiares.

Cuando se publique mañana el nuevo ranking femenino mundial, las pintorescas hermanas ocuparán el primero (será para Venus) y segundo lugar (Serena), cumpliéndose la premonición que hizo hace unos años su padre Richard.

Serena, que cosechó su segundo Grand Slam en su carrera -ya había triunfado en el US Open en 1999-, acumuló en las canchas de polvo de ladrillo francesas otro logro: venció en semifinales a la hasta entonces número uno del mundo: la estadounidense Jennifer Capriati.

Logros y anécdotas de una edición que no será recordada por el nivel técnico de la final femenina.

En una hora y media, Serena y Venus estuvieron lejos de su mejor juego, por lo que técnicamente nadie recordará esta final.

La cantidad de quiebres de servicio (13 sobre 21 games disputados), de errores no forzados (59 Serena y 55 su hermana) y de dobles faltas (9 Venus y 5 Serena) muestran lo erráticas que estuvieron las dos.

Finalmente, el duelo lo ganó la que se equivocó menos, y quien tuvo al menos un golpe demoledor, Serena, incontenible con su derecha, cruzada o paralela.

El destino del partido se decidió en el primer set, que duró una hora y que tuvo games muy disputados (el quinto duró 10 minutos).

La ceremonia final, con Venus acercándose al palco donde estaba su familia y tomando prestada una cámara fotográfica para hacerle tomas a su hermana junto al resto de los reporteros gráficos cuando Serena recibía la copa, quedará como uno de los grandes momentos de la edición 2002 de Roland Garros.

«Hola a todos. Primero, gracias a mi mamá. Gracias mamá. El próximo año, querría volver a ganar», dijo Serena en francés ante un público sorprendido y encantado que le dedicó una extensa ovación.

La menor de la Williams aseguró que la victoria de ayer le dejaba un sabor «agridulce» por el hecho de que su hermana era la derrotada, aunque no dudó en decir que ganar en Roland Garros significaba «un sueño convertido en realidad».

«Todavía no lo puedo creer. Hace mucho tiempo que esperaba por un Grand Slam. Mi sentimiento es agridulce, pero era necesario que una de las dos ganara y soy yo quien lo hizo», explicó.

Suárez define en dobles

Paola Suárez buscará hoy conquistar por segunda vez consecutiva el torneo de dobles de Roland Garros. Junto a la española Virginia Ruano Pascual, jugarán la final ante las número 1 en la especialidad: las estadounidenses Lisa Raymond y Rennae Stubbs.

En su camino a la final, la argentina y la española no cedieron ningún set y sólo perdieron 20 games en cinco partidos, lo que las coloca como favoritas. Sus rivales llegan a la definición después de un difícil triunfo en semifinales ante las japonesas Rika Fujiwara y Ai Sugiyama 6-1, 6-7 y 6-2.

Por otra parte, el argentino Brian Dabul, preclasificado tercero, no pudo con el niño prodigio francés Richard Gasquet y cayó ayer en las semifinales juniors en dos sets, 6-3 y 6-4.

Gasquet, de 15 años y preclasificado segundo, jugará la final de hoy ante otro francés, Laurent Recouderc, quien ayer eliminó al italiano Andreas Seppi, 7-6 (7-5), 1-6 y 6-4.

Entre las chicas juniors, la final la jugarán la indonesia Angelica Widjaja, preclasificada número uno, contra la norteamericana Ashley Harkleroad.

Widjaja le ganó ayer a la rusa Vera Duchevina 6-4 y 6-2, mientras que Harkleroad sorprendió a otra rusa Svetlana Kuznetsova (2) 2-6, 7-6 (9-7) y 6-1. (ANSA)

La copa se va para España

PARIS (ANSA) – Dos españoles, Juan Carlos Ferrero y Albert Costa, irán hoy tras un mismo objetivo: ganar su primer título de Grand Slam, en la tercera final entre hispanos en la historia del certamen.

El gran nivel demostrado por ambos en las últimas dos semanas en París augura una final de difícil pronóstico y plagada de emoción.

Si bien es difícil hablar de favoritismo, el joven Juan Carlos Ferrero, de 22 años, llega a esta final con el rótulo de mejor jugador del momento sobre polvo de ladrillo, luciendo por lapsos un tenis perfecto y cada vez más sólido.

En su camino a la final 2002, el «Mosquito» eliminó a Gastón Gaudio en una terrible batalla de cinco sets en octavos de final; a André Agassi, en cuartos; y al ruso Marat Safin en semifinales.

Por su parte, Costa llega a la final jugando «el mejor tenis» de su vida, como él mismo lo dijo, y tras haber eliminado al defensor del título, Guga Kuerten, en sets corridos, en octavos de final; a Guillermo Cañas en un maratónico partido, en cuartos; y a su compatriota Alex Corretja, en semifinales.