Salir del falso dilema salud-economía
Cerrar las escuelas y el comercio se pagará en costos sanitarios en el mediano y largo plazo, con o sin vacuna.
En salud, en la mañana pos guardia de Terapia Intensiva, se realiza el pase de guardia a todo el equipo de salud que gestionará ese día la atención de los pacientes internados. Así, se analizan las acciones que se llevaron a cabo a las 5 de la mañana en medio del caos del trabajo de emergencia. Este “control de calidad” llevado a cabo por los pares es necesario para corregir posibles errores y mejorar el cuidado del paciente. Nadie cuestiona la importancia de esta instancia de evaluación.
En política, el panorama es diferente. En estos meses de cuarentena, todo aquel que decía “ojo con cerrar la economía” o “toda medida sanitaria que complique los dos determinantes sociales estructurales de la salud (ingresos y educación) agravará la salud de la gente” era tildado de “anticuarentena”.
Algunos colegas cavaron aún más la profunda grieta promoviendo la irracionalidad del mal trato. Esa discusión terminaba con un “Te puedo asegurar que así a fin de año vamos a estar haciendo marchas para poder cobrar mejores sueldos porque no van a alcanzar, o lo que es peor, reclamar el cobro de sueldos”. Lamentablemente acá estamos.
Hay ciertas cuestiones que generan una enorme preocupación más allá del covid-19.
La pobreza aumentará, y por diferentes restricciones de accesibilidad más de 1 millón de mujeres no están accediendo a métodos anticonceptivos. Por esto, en Argentina existirán 143.000 embarazos no intencionales, con ese número de niños ingresando directamente a la pobreza. Además, se estima que se sumarán a las cifras actuales 3.300 muertes neonatales más, 250 muertes maternas anuales más y más de 65.000 abortos.
A nivel educativo, antes de la pandemia, aproximadamente el 50% de los chicos no terminaba el secundario. Estos números también se agravarán. A nivel sanitario, esto implica que una persona de 45 años que no terminó el secundario presentará el mismo nivel de salud que uno de 65 que sí completó el ciclo lectivo. Además, tendrá mayor riesgo de contraer cánceres o enfermedades no transmisibles como diabetes o hipertensión.
En materia delictiva, está demostrado que los chicos que han abandonado el secundario y se los acompaña para que cursen un año más pueden disminuir un 30% las probabilidades de terminar cometiendo delitos. Solo un año más que muchos chicos no tuvieron esa oportunidad en este ciclo lectivo.
Otra proyección preocupante es la caída del PBI a nivel mundial. Se estima que en Argentina sufrirá una caída entre el 9% y el 12%, lo que significa que para recuperar el PBI que teníamos en el 2019 pasarán aproximadamente 5 años. Esto se traduce en una pobreza mayor al 50%. Para tener una magnitud del problema, en el 2001 la caída del PBI fue del 4% y luego en el 2002 fue del 10%.
Cerrar las escuelas y el comercio se pagará en costos sanitarios en el mediano y largo plazo, con o sin vacuna.
En lugar de echar culpas, es necesario prepararse, hay que corregir los errores terapéuticos de una enfermedad que no se conocía y de la cual aún falta saber mucho más.
Como cualquier plan de manejo de riesgos, hay que prepararse para lo peor con una adecuada planificación consensuada. No se puede llegar a este escenario sin plan y sin consenso. Se debe diseñar con una mirada más sistémica, que mire los determinantes sociales de la salud, no solo el virus y las camas de terapia intensiva.
En salud, lo más duro para un paciente no es un diagnóstico por más malo que sea. Lo peor es que su médico no pueda darle opciones de elección y acompañarlo a caminar ese momento con la menor incertidumbre posible.
En política, las instituciones en una democracia son las que deben construir parte de esas certidumbres siempre, pero ahora mucho más.
Para eso sirve la democracia en su instancia colaborativa. Para los que les interesa la otra instancia, pronto tendrán tiempo para la competencia.
* Magister en Gestión y Economía de la Salud, exdiputado nacional
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