Rusia se consolida como el principal destino de la fruta del Valle rumbo a ultramar

Las exportaciones de frutas por el puerto de San Antonio Este (SAE) alcanzaron, en estos primeros cinco meses del año, poco más de 153.000 toneladas, volumen que refleja una suba interanual del orden del 6%. Sin embargo, al comparar las ventas con las colocaciones promedio, para este mismo período de las últimas cinco temporadas (2015-2019), los volúmenes embarcados están un 15% abajo.

Si bien el alza en el nivel de exportaciones que registra SAE es importante, teniendo en cuenta el contexto económico que está sobrellevando el país, los números están lejos de los históricos que aportan las estadísticas oficiales.

Los datos surgen del informe realizado por la Terminal Portuaria Patagonia Norte (TPPN), en el que se destaca que Rusia es el principal destino de la oferta exportable del Valle. Según el estudio, al 31 de mayo el gigante euroasiático importó cerca de 63.000 toneladas de fruta concentrando el 41% de las exportaciones totales que partieron desde el puerto rionegrino.

La mayor parte de la fruta ingresa al continente a través del puerto de San Petersburgo y de allí se dirige hacia Moscú, donde se hace una distribución secundaria por los distintos canales comerciales mayoristas que tiene esa ciudad, y hacia algunas ciudades satélites de la capital.

Pero Si bien Rusia es el principal destino hacia ultramar de la fruta del Valle de Río Negro y Neuquén, los retornos que obtienen las exportadoras por sus ventas en este mercado son realmente bajos. Y este año, todo indica, no será la excepción. “Los valores registrados a partir de marzo se desplomaron en el mercado ruso y muchas de las ventas están llegando a pérdida”, confiaron desde la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) al ser consultados por el tema. Todos los años se escucha este mismo mensaje de los empresarios regionales. Al principio de cada temporada, comentan que Rusia es un buen mercado para la fruta de segunda y tercera calidad. Se concretan las cargas y a partir de marzo los valores se desploman, logrando por la venta de esa fruta retornos neutros -en el mejor de los casos- cuando no negativos, como están adelantando ya en esta temporada los empresarios regionales.

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Este gigante con cerca de 150 millones de habitantes es uno de los grandes mercados de consumo de frutas. Sin embargo, en lo que se refiere a manzanas, tiene una importante producción propia que viene creciendo desde 2015 con significativas inversiones en reconversión.

Es por esta causa que nuestra región exporta fundamentalmente peras hacia Rusia. La estadística de la TPPN destaca que en estos primeros cinco meses se colocaron más de 55.000 toneladas de peras, cifra que refleja un incremento del 8% respecto de los niveles de venta del mismo período de la temporada 2019.

En manzanas, las exportaciones hacia Rusia totalizaron algo más de 7.500 toneladas, un 26% menos que las consignadas en la temporada anterior.

La demanda de este país por la fruta argentina apareció en 1995. Creció en forma constante hasta 2008 para luego caer en forma progresiva hasta nuestros días.

¿Por qué insistir con este mercado?

Todas las temporadas se recibe el mismo mensaje. “Rusia nos está quebrando”, “Perdimos mucha plata este año con Rusia”, “Es imposible lograr retornos positivos con los importadores rusos”; son algunos de los conceptos que se vienen escuchando de boca de los empresarios regionales en los últimos años, cuando el semestre cierra la temporada de ultramar para las ventas de peras y manzanas del Valle de Río Negro y Neuquén.

Esto sucede en forma ininterrumpida a causa de uno de los graves problemas estructurales que debe enfrentar la fruticultura del Valle: su oferta exportable. La calidad, las variedades y los tamaños que hoy está ofreciendo por su pera y manzana no es compatible con la demanda existente en los mercados. “Nosotros tenemos que trabajar la fruta. La cosechamos, embalamos y la tenemos que colocar en algún mercado. Rusia en nuestra ilusión en cada inicio de temporada”, confió con algo de ironía un exportador al ser consultado por el tema.

Los importadores rusos a principios de cada una de las temporadas ofrecen por la fruta del Valle valores que después no se convalidan en el mercado. Y el ajuste recae sobre el exportador. Así de sencillo.