Rusia está infectada por la corrupción y el soborno
MOSCU (EFE).- La corrupción reina a sus anchas en Rusia, donde la mitad de las ganancias que dan los negocios ilícitos y buena parte de las legales se gasta en sobornos a funcionarios corruptos, según denunció la Fiscalía General rusa.
Un informe de la Fiscalía hecho público esta semana reveló que el año pasado se descubrieron 8.000 casos de sobornos, lo que supone un incremento del 14 por ciento comparado con los casos desvelados por las autoridades en el año 2000.
«Esto no es ni la punta del iceberg», comentó en un reportaje de la cadena de televisión NTV al explicar que el delito sólo se descubre si lo denuncia uno de los implicados, el extorsionado que entrega o, en un caso casi inverosímil, el que recibe.
«Pero la mayoría de las veces el soborno queda impune, porque ambas partes están interesadas, se protegen mutuamente y niegan hasta el final el hecho», denunció la cadena.
Según la Fiscalía, entre las personas involucradas en casos de soborno figuran no pocos altos funcionarios de ministerios y otras instituciones federales.
También se investiga la implicación en este delito de gobernadores o sus adjuntos de las regiones de Moscú, Vladimir, Tver y Kurgan, en Rusia central, y de las de Novosibirsk, Kémerovo y el territorio autónomo de los Evenkos, en Siberia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, citó la corrupción como una de las peores plagas en su mensaje a la población con motivo de las fiestas de Año Nuevo, al plantear la lucha contra este mal como una de las grandes asignaturas pendientes de su Gobierno.
En una de sus primeras decisiones tras entrar en el año 2002, Putin destituyó el pasado jueves al poderoso ministro de Ferrocarriles, Nikolái Axionenko, acusado por la Fiscalía de evasión fiscal, actividad económica ilícita y malversación de fondos.
El ministro de Política Antimonopolios, Iliá Yuzhánov, denunció recientemente que los pequeños y medianos empresarios rusos se ven obligados a entregar a las mafias y a los funcionarios corruptos una media de entre el 30 y el 40 por ciento de sus ganancias.
Los excesivos trámites burocráticos que deben superar los pequeños empresarios para registrar su negocio crean un clima favorable al soborno.
Como ejemplo de esta situación, Yuzhánov indicó que, para abrir una pequeña peluquería, el propietario necesita recoger al menos 30 permisos y licencias de diferentes instancias oficiales y gastar en estos trámites lo mismo que pagaría por la reparación del local.
Según expertos del Ministerio del Interior ruso, la mediana y pequeña empresa, que genera entre el 10 y el 11 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) del país, está estrechamente ligada a la economía sumergida y las mafias.
Los empresarios pagan contribuciones a las mafias porque éstas les protegen de criminales menores y, gracias a sus contactos en los pasillos del poder, sirven de eficaz intermediario y defensor ante la arbitrariedad oficial. «La pequeña y mediana empresa en Rusia se desarrolla en condiciones de ilegalidad debido al caos legal, porque aún faltan muchas leyes para reglamentar el funcionamiento normal del sector», dice un informe publicado en diciembre pasado por la Policía.
Las «mordidas» y los «sobres» indispensables para vencer los obstáculos de la burocracia oficial también circulan en el seno de las estructuras administrativas y han empañado la reputación de más de un funcionario de primera plana. Uno de los apodos que se mereció en la prensa la Duma o Cámara de Diputados es «la Casa de las Subastas», por los servicios de presión que los legisladores ofrecen a sectores y consorcios interesados a la hora de aprobar determinadas leyes o repartir debidamente las partidas presupuestarias.
No se salva ni la ex KGB
El diario «Kommersant» reveló el mes pasado que un asesor del jefe del Gabinete de la Presidencia, Alexandr Voloshin, considerado la «eminencia gris» del Kremlin, había intentado sobornar nada menos que al director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Nikolái Pátrushev.
Según el rotativo, el asesor intentó entregar a Pátrushev 50.000 dólares en efectivo para que aprobase el nombramiento de un conocido a un puesto codiciado y con amplias posibilidades de influencia política y enriquecimiento.
Es sintomático que hasta el primer ministro, Mijaíl Kasiánov, tras investigar los periodistas su trayectoria en el Gobierno, fuese apodado por la prensa «Miguelito Dos por Ciento», en alusión a las comisiones que supuestamente cobraba por sus servicios, aunque él siempre lo negó y la Fiscalía nunca confirmó las acusaciones.
Durante una audiencia parlamentaria en vísperas de las fiestas navideñas, el diputado Víctor Cherepkov recordó que la corrupción echó raíces no sólo en el Gobierno y el Kremlin, sino en el Parlamento.
«Todos saben que los diputados de los grupos parlamentarios más numerosos reciben cada mes en sobres al menos 2.000 dólares, pero hacen la vista gorda. El poder mismo no está interesado en la lucha contra la corrupción», denunció Cherepkov. (EFE).
La FARC admite posible fin de la paz
BOGOTA (Reuters).- La principal fuerza guerrillera de Colombia admitió ayer que el proceso de paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana se encuentra al borde del colapso, a un día de una nueva reunión en la que ambas partes intentarán salvar la negociación y evitar la ruptura.
«El proceso se encuentra en un estado crítico, nosotros decimos de parálisis, de donde difícilmente se puede levantar, porque hay posiciones encontradas», dijo al canal de televisión Caracol, Raúl Reyes, uno de los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ambas partes suspendieron el viernes, sin ningún acuerdo, una reunión de dos días con la que se intentaba reactivar el proceso de paz, paralizado por la guerrilla desde mediados de octubre, en protesta por los controles militares al enclave rebelde que sirve de sede a la negociación. La crisis y la amenaza de ruptura se produce a dos semanas de que termine la vigencia del enclave cedido por Pastrana a las FARC para facilitar la negociación.
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