Rolling Stones: en busca de la satisfacción
El 15 de enero de 1965, Los Rolling Stones editaban su segundo disco para el mercado británico, “The Rolling Stones Nº 2”. De a poco, la banda comenzaba a despegarse de la sombra de Los Beatles.
1964 fue un año raro para Los Rolling Stones. Con su primer LP editado tras unos cuantos singles y empujados por el éxito arrollador de Los Beatles en Estados Unidos, decidieron cruzar ellos también el Atlántico y probar suerte en América con un tour que incluyó diez shows y una serie de entrevistas más o menos desafortunadas por la tevé estadounidense aún encandilada por la Beatlemanía.
Sin un soporte discográfico, apenas aquel LP homónimo hecho de covers de blues y rhythm & blues que hacían sonar a Mick Jagger como un cantante negro –de hecho, por entonces, quienes no conocían físicamente a los integrantes de los Stones creían que Jagger era negro– la banda vivía días intensos de búsqueda de una identidad sonora y de un lugar en la escena copada por los de Liverpool.
De hecho, para cuando Jagger, Richards & Cía. Grabaron su primer LP, Los Beatles ya sumaban cuatro LPs y estaban trabajando en un quinto, nada menos que Help.
Arrastrados por una competencia desigual con Los Beatles y apurados por una escena que comenzaba a exigirles mejores cosas que viejos covers, Los Stones comenzaron a trabajar en canciones propias.
Por su parte, el manager Andrew Loog Oldham tomó nota de varias cosas para su banda. Una de ellas: la necesidad de contar con una dupla compositiva al estilo Lennon & McCartney que en los Stones sería Jagger & Richards. Pero para ello debía desplazar todo lo posible al verdadero líder de la banda, un líder en todos los sentidos: Brian Jones. Y lo haría con bastante poca diplomacia, por cierto. Con no menos diplomacia, Loog Oldham borró de la historia de al bueno de Ian Stewart, auténtico fundador de los Stones, por dos razones cuantas menos polémicas: porque era muy grandote y desentonaba estéticamente y porque seis eran demasiado…
Con su formación original de cinco integrantes (Jagger & Richards, más el bajista Bill Wyman, el baterista Charlie Watts y el guitarrista estrella Brian Jones), Los Rolling Stones se tomaron casi todo 1964 para grabar lo que sería su segundo álbum, un álbum doble no porque hayan sido dos sino porque grabaron dos LP’s, uno para el mercado británico y otro para el estadounidense.
Entre febrero y noviembre, la banda registró en los míticos estudios Chess de Chicago, Regent Sound de Londres y los de la RCA en Los Ángeles un puñado de canciones que repartiría en no uno ni dos, sino tres discos. Es que, por entonces, las discográficas editaban discos diferentes de acuerdo al mercado apuntado. Así, el segundo disco de Los Stones podría ser el tercero.
Las portadas de la edición británica y norteamericana del segundo disco de Los Rolling Stones
Por caso, el segundo disco “norteamericano” de la banda fue “12 x 5”, editado el 17 de octubre de 1964. Sin embargo, el segundo disco oficial es la edición británica editada el 15 de enero de 1965, sí, hace exactamente 55 años.
El disco es, como sucedía en aquel tiempo de ediciones dobladas, un compendio de algunas de las canciones de “12 x 5” (las versiones del “Under The Boardwalk” de los Drifters, el “Susie Q” de Dale Hawkins y una versión de “Time Is On My Side” diferente y muy mejorada de la editada en “12 x 5“), al que unieron algunas composiciones de Jagger y Richards que habían editado como lados B de singles (“What A Shame“, “Off the Hook” y “Grown Up Wrong“).
Para completar el repertorio, apelaron a la vieja fórmula de clásicos de blues, R&B y rock & roll: “Everybody Needs Somebody To Love” de Solomon Burke, “Down Home Girl”, “You Can’t Catch Me” del inefable Chuck Berry, “Down The Road Apiece” grabado en 1940 por el trío de Will Bradley, “I Can’t Be Satisfied” de Muddy Watters y un clásico soul como “Pain In My Heart“.
Algo era cierto, se trataba de un excelente compilado de covers muy bien interpretados por la banda, pero no menos cierto era que eran demasiados covers para unos músicos que ya no eran novatos y con unos Beatles a los que comenzaban a perder de vista. Si bien con “The Rolling Stones Nº 2” habían llegado por primera vez al Nº 1 desplazando durante unas pocas semanas a “Beatles for Sale”, les hacía falta un hitazo ya. Y ese hitazo llegaría ese mismo año de 1965: “(I Can’t Get No) Satisfaction”. Pero esa será otra historia.
Comentarios