Roca suma contagios, el “caso 0” no aparece y preocupa el relax social

Roca pasó de 0 a 17 casos activos de covid-19 en menos de una semana. Y la preocupación crece entre las autoridades sanitarias, porque el pasado reciente todavía tiene cabos sueltos y eso abre serios interrogantes sobre el futuro más cercano, donde el coronavirus podría unirse a las enfermedades típicas del invierno, complicando la capacidad de respuesta del sistema de salud.

¿Por qué preocupa el pasado?

Porque todavía no pueden encontrarse los denominados “casos 0” en los focos registrados en los barrios de los extremos norte y sur de la ciudad.

Sin llegar a ese punto de partida es imposible cortar la cadena de contagios.

“Se sabe que en dos grupos sociales no se respetaron las pautas de aislamiento ni el distanciamiento, pero no se conoce todavía quién fue el primer contagiado. Por eso es muy difícil el trabajo de contención del virus”, explicó ayer una integrante del Comité Sanitario de la ciudad.

Ahí aparece otra de las claves para entender este presente complejo.

El seguimiento del nexo epidemiológico se complica porque muchos de los vecinos omiten o deliberadamente ocultan información sobre sus contactos durante los últimos días.

“Mienten o disimulan. Dicen que usaron barbijo y cuando preguntamos un poco más nos enteramos de que lo usaban de manera incorrecta o que se lo sacaban para conversar entre compañeros de trabajo. Tal vez temen a una sanción, pero nosotros no estamos para eso. Necesitamos que nos digan la verdad para poder tomar decisiones efectivas y poder frenar los contagios”, sostuvo una de las integrantes del Equipo de Vigilancia Epidemiológica.

Ese grupo interdisciplinario viene realizando una tarea silenciosa en distintos puntos de la ciudad y fue el primero que advirtió -a principios de mayo- que un 30% de los roquenses aislados no estaba cumpliendo con las medidas preventivas para evitar que el virus se extienda a otros sectores de la comunidad (ver aparte).

Desde Salud Pública advierten que el punto en común de los contagios recientes fue la falta de cuidados individuales o del grupo familiar directo, restando peso a la flexibilización de la cuarentena como factor decisivo para el aumento de casos.

Pero lo que sí observan con preocupación en el sector sanitario es el efecto simbólico de la reactivación comercial y de otras actividades económicas.

“Notamos que la gente se relajó. Entendió la flexibilización como el fin de la cuarentena y estamos lejos de eso. Es más, todavía no sabemos cuál fue el efecto real de esta nueva fase, porque si aumentaron los contagios por la mayor circulación es algo que vamos a ver recién desde la semana que viene”, señaló la profesional del Comité Sanitario.

Y es ahí donde aparece otro dato inquietante sobre el futuro.

Las fuentes consultadas ayer detallaron que la gran mayoría de los casos positivos de los últimos días son personas menores de 60 años. Sus cuadros no presentan complicaciones mayores y se estima que podrán superar la enfermedad.

Pero la mayoría de ellos también tienen familiares directos mayores de 60 años, que por estas horas atraviesan el angustiante período de espera para saber si están contagiados o no.

“Nuestra preocupación central está ahí, en lo que puede ocurrir dentro de unos días. Si aumentan los casos en adultos mayores justo en el momento del año en el que empieza a darse el mayor número de internaciones por neumonía, influenza y otras patologías respiratorias, el desafío para el sistema de salud va a ser importante”, describió la profesional del Comité roquense.

Y cerró con un pedido a la comunidad: “Ojalá los vecinos tomen conciencia sobre el momento que vivimos y respeten las medidas de aislamiento, para no llegar a una situación que fue prevista, pero que sería mejor evitar”.

Un equipo interdisciplinario dependiente del hospital tiene la misión de establecer todos los contactos que tuvieron las personas con covid-19, para desandar el camino hacia el “caso 0” y poder interrumpir la cadena de contagios.

En Roca ese grupo está integrado por un microbiólogo, asistentes sociales, técnicos de laboratorio, enfermeros y otros profesionales, quienes llevan adelante una tarea tan silenciosa como fundamental para toda la comunidad.

Hasta la semana pasada, la atención principal estaba puesta en grupos sociales de los barrios Nuevo y Mosconi, donde se habían detectado incumplimientos a las pautas de aislamiento. Pero desde el fin de semana la mirada está puesta en toda la ciudad.

“Hubo una persona de Roca que fue a Huergo a un cumpleaños y luego contagió a un vecino. También se registró un caso de una trabajadora de un galpón de empaque, hubo personal de la Policía y de la Justicia contagiado. La vigilancia se amplió a distintos sectores y es fundamental que en cada entrevista los vecinos digan la verdad, porque eso es clave para determinar la conducta a seguir, si se hace el hisopado, si es necesaria la internación o si tenemos que entrevistar a otras personas”, indicó una de las integrantes del equipo.

La intendenta, María Emilia Soria, reclamó ayer al gobierno provincial que garantice la seguridad para los roquenses, teniendo en cuenta que hay 110 policías aislados para prevenir nuevos contagios de covid-19.

Esa merma representa casi el 50% de la cobertura total de la ciudad, se informó desde el gobierno local.

Desde el municipio también se indicó que “teniendo en cuenta que en los últimos días se han registrado numerosos hechos delictivos, principalmente robos, que afectan tanto a comerciantes como a domicilios particulares de Roca”, se requirió información sobre el estado de la instalación de las 20 cámaras de seguridad entregadas al centro de monitoreo local para colaborar con la seguridad.            

En la nota presentada al Ministerio de Gobierno, Soria manifestó su predisposición “para colaborar en la búsqueda de soluciones a la problemática de la inseguridad en Roca, que, sobre todo en el actual contexto de Emergencia Sanitaria, requiere particular atención”.