Roca se prepara para el Festival de la Sidra y el Turismo Rural
Se llevará a cabo 9 y 10 de octubre en el balneario Apycar. El INTA y el INTI participarán con un stand para degustación de sidras.
Una buena oportunidad para degustar y disfrutar de las bondades de la zona se concentra en un festival. Es que los próximos 9 y 10 de octubre en el balneario Apycar (Isla 32) de Roca, el INTA Alto Valle y el INTI presentarán un stand para degustar distintas variedades de sidras espumantes, elaboradas con variedades no tradicionales de manzana.
La actividad se desarrollará únicamente durante el sábado 9 en el horario de 17 a 21, con un protocolo de turnos de 10 personas por vez (mayores de 18 años). Las degustaciones tendrán una duración de treinta minutos y consistirán en evaluar los aspectos visuales, olfativos y gustativos de tres sidras espumantes de distintas variedades. Los interesados deberán acercarse al stand y podrán participar por orden de llegada a cada turno.
Las bebidas que se degustarán forman parte de un estudio efectuado por el INTA, el INTI, la Universidad Nacional de Río Negro, los Centros de Formación Profesional Agropecuaria 1 y 2 de Neuquén y los productores Ricardo Tello y Luciana Persiani (Cervantes, Sidra Alto Vuelo), David Sáenz e Ivana Urban (El Bolsón), María Inés Caparrós y Mariana Barrera (Villa Regina, Sidra Pülku), Gustavo Martínez (Mainqué), Ángela Vives y Ana De Paoli (Plottier).
Hace cuatro años que se trabaja en conjunto para lograr un producto diferenciado y “gourmet”, para lo cual se elaboran bebidas con cultivares no convencionales de manzana, cuidadosamente seleccionados por su acidez y aptitud sidrera, y no con las clásicas variedades que se utilizan en la sidra tradicional (Granny Smith y Red Delicious).
Cabe aclarar que los espumantes fueron obtenidos mediante el método tradicional Champenoise (segunda fermentación en botella) y que las manzanas utilizadas para tal fin datan del año 1500 en adelante.
Estas provienen del Banco de Germoplasma de la Estación Experimental Alto Valle del INTA, un verdadero reservorio genético donde se conservan aproximadamente 350 viejos cultivares de este fruto. Hasta el momento, en la investigación se han probado treinta variedades para identificar las de mejor desempeño tecnológico y sensorial.
Al finalizar el estudio se espera brindar información pública clave para obtener productos de tipo “gourmet”, con el objetivo de que esta bebida emblemática que solo se consume en las Fiestas pueda reposicionarse en el mercado como producto innovador, captar nuevos nichos y reconquistar a un consumidor cada día más exigente. Además, “puede llegar a presentarse como una alternativa de diversificación para los productores de la región y permitirles avanzar en la cadena comercial”, manifestaron desde el INTA.
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