River sacó pecho y se llevó todo

Fue el único grande que ganó, y lo hizo en una cancha difícil, la de Colón, por eso el triunfo de River por 3 a 2 tiene muchos méritos. River arrancó llenó de intenciones, de ansias de generar buen fútbol. Gallardo, la “Gata” Fernández, Luis González: todos ellos se asociaban para intentar llevar peligro al arco de Tombolini. Fue por izquierda que River se fue acercando con peligro al área rival. Y fue allí por donde llegó la apertura del marcador, luego de un centro de Zapata que Farías empujó al gol. Inmejorable era el debut del ex delantero de Estudiantes. Una de las primeras pelota que tocó fue suficiente para comenzar a justificar los millones que gastaron por él. River se ponía en ventaja y estaba bien, porque si bien no había arrollado a su rival, sí había sido un poco más que Colón, quien dependía demasiado de lo que pudiera inventar Giovanni Hernández. Pero si bien el equipo de Astrada era más, quizá el segundo gol sí sonó algo exagerado, ya que no había hecho tanto como para despegarse de ese modo. Fue una linda jugada colectiva que incluyó toques de primera y rotación, la fórmula que este equipo puede explotar como muy pocos. Se encontraron los que saben (Gallardo y Fernández) y Luis González definió bárbaro ante la salida de Tombolini. Derrotado ante su gente, Colón intentó irse al descanso con la menor ventaja posible. Y lo consiguió. Un tremendo derechazo de Daniel Díaz se colgó del ángulo de Costanzo. Con el 2 a 1, el partido prometía mucho para el segundo. Y así fue. El complemento arrancó con Colón herido, pero yendo a buscar el empate. Y así sucedió: tras un centro desde la izquierda, el peruano Comínges -que debutaba- alcanzó el empate con un zurdazo. El duelo se llenó de suspenso y de acción, de intensidad y emociones. Colón no se conformaba con el empate, porque sabía que podía dañar a River, algo frágil atrás. River, con sus hombres de buen pie, amenazaba con conseguir otra ventaja. Las llegadas se sucedían. Un derechazo violento de Capurro hizo revolcar a Costanzo. Colón insistía, pero River era demoledor: una gran jugada de Farías -se dio vuelta en el área- culminó con Federico Domínguez empujando la pelota al gol. Otra vez, Colón tenía que remontar. Santa Fe siguió vibrando con el duelo. Diogo -uno de los mejores de River, de gran actuación en su debut- dibujó una fantasía por derecha, pero Tombolini, como si fuera un gato, evitó el 4 a 2. Colón iba también. Hernández se hacía sentir, con su fútbol vertical. Tras una buen maniobra del colombiano, Gandín hizo exigir a Costanzo. Por la derecha, Diogo seguía generando peligro, pero claro, sus subidas provocaban algún claro en su sector, lo que generaba que Astrada tratara de reternerlo un poco. Colón, ya casi desesperado, fue a buscar ciegamente. LE sobró fervor y coraje, pero le faltó claridad. River se asentó atrás, no regaló ni un espacio y se propuso mantener la ventaja. Con poco tiempo por jugar, la sensación que rondaba en el ambiente era de que al equipo de Astrada haría lo imposible para no soltar el partido de su puño. Y así fue. Con nada por jugar, el equipo de Nuñez se abroqueló alrededor de Costanzo -de buen tarea- para defender la victoria. Hasta conseguirla. Dos buenos debuts -Farías y Diogo-, la clase intacta de algunos -’Lucho’, Gallardo- y las ganas de que el 2005 sea su año llevaron a River al triunfo.