Revelan por qué fracasó el concurso de la Defensoría de Cutral Co

La población vulnerable es elevada, el perfil del cargo es muy alto y nadie saltó la vara.

Así podrían resumirse las razones por las cuales, desde su íntima convicción, los integrantes del Consejo de la Magistratura declararon «fracasado» el concurso para designar a un defensor de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente en Cutral Co, con área de influencia sobre Plaza Huincul y Picún Leufú, más una vasta zona rural.

La información fue anticipada ayer por «Río Negro» y hoy se hicieron públicos los fundamentos. Al final de esta nota se puede descargar el texto completo de la acordada del Consejo de la Magistratura.

Los consejeros siguen enviando mensajes. Ahora fijaron parámetros que, si los respetan en los tres años y medio de mandato que les quedan, los concursos que se vienen serán muy exigentes.

El concurso de la Defensoría del Niño comenzó con siete mujeres y tres varones inscriptos. A la etapa de exámenes se presentaron siete, y a las entrevistas personales solo 4. Como informó este diario, ninguno conformó y ya desde antes se rumoreaba que podría haber alguna definición con sorpresa.

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Para tomar su decisión, los consejeros tuvieron en cuenta un digesto de Unicef: “El trabajo del Defensor de los Niños”, y consideraron que «son indispensables para satisfacer el perfil del cargo en cuestión» estos puntos:

• Independencia. El Defensor/a debe ser independiente y no estar sujeto a manipulación por parte de los gobiernos, partidos políticos o instituciones religiosas.

• (Debe tener) habilidad para conseguir que las voces de los niños/as sean escuchadas (…) La tarea del Defensor/a de promover los derechos de la niñez y adolescencia debe estar directamente informada por la experiencia de los propios niños, niñas y adolescentes y no depender de suposiciones sobre lo que ellos piensan y sienten.

• Accesibilidad para las niñas, niños y adolescentes (…) Es necesario que su oficina no sea burocrática y que se dirija directamente a las niñas, niños y adolescentes.

• Una atención exclusivamente centrada en los niños. Una función básica de cualquier Defensor/a es la de hacer valer sus derechos fundamentales frente a la tradición de considerarlos como propiedad de los adultos o como personas en desarrollo.

También entendieron que el defensor del Niño «debe poseer un profundo pensamiento crítico» una «formación académica que acredite una mirada que garantice un compromiso con la educación universal laica, equidad de género, derechos humanos y problemática de la niñez bajo el paradigma del respeto de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, fehacientemente acreditados».

En definitiva, «debe desempeñar un papel significativo no sólo asegurando una aplicación efectiva de los derechos que ya les reconoce la ley sino también tratando de difundir y promover el respeto de todos los derechos humanos, buscando mayor justicia para los niños y promoviendo el reconocimiento de derechos humanos que todavía no forman parte de la legislación, la cultura o la práctica diaria de la vida, como así también investigar violaciones y supervisar a las instituciones públicas que proporcionan servicios para la infancia.

Antes de finalizar, los consejeros tuvieron un párrafo para la región social específica en la que se deberá desempeñar el funcionario.

«El incremento de delitos y el consumo de estupefacientes en la Circunscripción donde deberá cumplir sus tareas constituyen situaciones que encuentran a los niños, niñas y adolescentes como los más vulnerables, y obligan a extremar las exigencias al seleccionar a quien, en definitiva, será el encargado de velar por la protección integral de sus derechos».

En consecuencia, señalan los consejeros, «habiendo considerado minuciosamente las habilidades y condiciones particulares de cada concursante, teniendo en especial consideración la materia de que se trata y las necesidades que hemos advertido en la circunscripción, entendemos –desde nuestra íntima convicción- que ninguno de los postulantes se adecua al perfil que se busca para desempeñarse como Defensor/a de los Niños, Niñas y Adolescentes, por lo que concluimos en que debe declararse fracasado».

Por último resuelven convocar «oportunamente» a un nuevo concurso destinado a cubrir el cargo. Es difícil pronosticar si ocurrirá este año.

Es la primera vez que el Consejo, con su actual composición que asumió en febrero, declara «fracasado» un concurso.