Resurgió una modalidad de estafa que se creía obsoleta en Neuquén

En menos de una semana, cuatro adultos mayores perdieron los ahorros de su vida bajo "el cuento del tío a la antigua".

No se utilizaba hace más de un año y medio y hasta se cría obsoleta, pero volvieron a resurgir las estafas bajo «la modalidad del cuento del tío a la antigua». Así lo indicó el comisario de Delitos Económicos, Mauricio Pamich, quien informó que, en la última semana, cuatro adultos mayores fueron víctimas de defraudaciones y perdieron los ahorros de toda su vida: «el robo mayor fue de 60 mil dólares».

-¿Cómo que no sabés con quién hablás? Soy tu sobrino.

-¿Martín?

-Si, Martín. ¿cómo estás tía?

Esa es la clásica conversación con la que el estafador induce a su víctima a revelar su información personal. El comisario explicó que una vez que el delincuente se hace pasar por un sobrino o familiar cercano, comienza a buscar información sobre si el anciano tiene o no dinero en su poder.

«¿Vos no tenías dólares ahorrados? Porque un amigo del banco me dijo en Estados Unidos iban a dejar de circular y por eso están cambiando los billetes. Justo mi amigo va a estar cerca de tu casa y te los puede pasar a cambiar. Por eso me acordé de vos», contó Pamich a modo de ejemplo. Indicó que con la excusa del cambio de moneda, cuatro adultos mayores entregaron su dinero y fueron víctimas de la estafa.

El comisario señaló que a diferencia de otros tipos de defraudaciones económicas, aquí no hay una inteligencia previa sobre la víctima. A través de las guías telefónicas llaman aleatoriamente y prueban con el relato en diferentes domicilios, hasta que alguien cae en la trampa.

Así, según afirmó, el miércoles 10 un adulto de 78 años entregó 60 mil dólares, en una bolsa de consorcio sobre calle Rivadavia, a un desconocido que se ofreció a cambiarle los billetes en una entidad bancaria. Una semana después, tres ancianos más habían sido estafados bajo modalidades similares.

Contó que el martes 16, una mujer perdió 2 mil pesos y un hombre entregó 865 mil pesos que había estado ahorrando. «A la mujer le llevaron hasta el anillo del dedo», relató y observó que las diferencias en las sumas de dinero confirman que son víctimas aleatorias: «Llaman hasta que alguno cae». Agregó que todos los perjudicados vivían en distintos lugares de la capital neuquina.

Indicó que ayer registraron a la última víctima estafada, un adulto mayor de 78 años que perdió 19 mil dólares.


Pamich remarcó que no es una coincidencia que «el cuento del tío a la antigua» regrese en un contexto donde muchos ancianos quedaron aislados y solos, producto de las medidas sanitarias por el coronavirus.

Informó que hace más de un año y medio que no se registraban estafas bajo esa modalidad y que los estafadores aprovecharon la vulnerabilidad de los adultos mayores que permanecen aislados.

Sostuvo que todos vivían solos o al menos estaban solos en el momento donde se perpetró la estafa.



Los adultos mayores, víctimas de este tipo de defraudaciones, deben afrontar la idea de que les han robado los ahorros de su vida y a la vez enfrentar los reproches de sus familiares, por haber caído en la estafa.

Pamich señaló que «este tipo de víctimas sufren muchísimo». Aseveró que tienen un gran padecimiento y viven una situación muy compleja, pues dada su edad -tienen entre 70 y 85 años- es muy probable que no vuelvan a reunir tal cantidad de dinero. Añadió que su salud se ve afectada considerablemente.

La culpa y la vergüenza de haber sido estafados es tal, que no se atreven a denunciarlo. El comisario indicó que el 50 de las denuncias de este tipo de defraudación económica son radicadas por familiares directos.


El comisario Pamich remarcó que hay tener en cuenta cuatro puntos fundamentales para prevenir caer en una estafa telefónica.

Sostuvo que es primordial que un familiar cercano entable una conversación con el adulto mayor y le de «pautas lógicas» para, que en caso de recibir un llamado sospechoso, se de cuenta de que está siendo estafado.

Otro punto a tener en cuenta es que en «no hay ninguna entidad bancaria que esté haciendo cambio de moneda». Subrayó que este punto es importante, ya que es la excusa que utilizan para que el anciano entregue el dinero. «Así ya desvirtuamos el relato», enfatizó.

Por otro lado, resaltó que jamás hay que hablar de plata por teléfono, ya que nunca se sabe con certeza quién está detrás del celular.

El último punto fundamental es que bajo ninguna excepción se debe entregar dinero a un desconocido, por más que diga ser conocido de un familiar. «Si el adulto vulnera los tres puntos restantes», no termina de caer en la estafa que se concreta cuando la víctima es despojada de su capital.

«Es absurdo que pasaran cuatro hechos», reprochó Pamich y reconoció que los «ofusca», ya que los ancianos «cayeron porque no tenían acompañamiento de sus familiares».


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