Residuos como los plásticos ya afectan al 18% de la costa del Lago Nahuel Huapi

Lo advierten investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional del Comahue. La alteración de las costas podría cambiar la cadena alimenticia del ecosistema. Diseñaron un semáforo ambiental a partir de un índice sobre la calidad de las costas.

Las costas del lago Nahuel Huapi, que es compartido entre las provincias de Neuquén y Río Negro, sufren un alto impacto según el nuevo “semáforo ambiental” desarrollado por científicos de la Argentina. El 18% de sus costas está afectada por la presencia humana y su impacto, principalmente por los residuos que se depositan en las costas.

De los 357 kilómetros de línea de costa del lago, un 7% se encuentra en una situación de alto riesgo: involucra unos 23 kilómetros. En tanto, 38 kilómetros -un 10% de las costas- se ubican en una situación de riesgo medio (entre amarillo y naranja según el semáforo). “Tenemos aproximadamente un 18% de nuestro lago con costas afectadas. ¿Es poco? Todavía lo es. Pero es una condición que nos debe alarmar para empezar a tomar medidas”, destacó Beatriz Modenutti, profesora e investigadora del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue en Bariloche en diálogo con RIO NEGRO.

La costa es la zona de mayor vinculación entre el ambiente terrestre y acuático. Retiene la materia orgánica y la descompone,  genera condiciones de alimento, y provee refugio para una enorme cantidad de organismos. “En los últimos tiempos, hemos notado alteraciones por las modificaciones en el uso de la tierra”, destacó Modenutti. La investigadora se refirió a los basureros a cielo abierto en la costa del Nahuel Huapi que impactan en los organismos vivos de manera directa.

“El lago estaba acostumbrado a recibir materia orgánica de origen natural, como hojas de coihues, algas, juncos, pero empieza a aparecer basura que los microorganismos no pueden degradar. Esto causa serios problemas para el ambiente”, indicó.

Modenutti puso especial atención a la problemática de los plásticos que terminan ingresando a las cadenas alimentarias del lago. Al estar tan expuestos a la acción de los rayos ultravioletas y al viento, se rompen con más facilidad. “Sabemos que las pequeñas algas y las pulgas de agua pueden ingerir microplásticos. Estos son comidos por peces y otros peces y otros hasta llegar, por ejemplo, al Martín Pescador”, alertó.

Desde hace 30 años, Modenutti y Balseiro estudian los lagos de la región de Bariloche, indagando en la ecología, el efecto de las especies invasoras, las cadenas alimentarias, la turbiedad y la transparencia del agua, e incluso la caída de ceniza durante la erupción del volcán Cordón Caulle Puyehue. Desde el año pasado, la atención está focalizada en la bajante del lago Nahuel Huapi por las escasas precipitaciones que, si bien no afectan su volumen, inciden en las costas.

Recomiendan no dejar residuos en las costas del Lago Nahuel Huapi ni llevar mascotas para no interferir con la fauna del lugar. Foto: Chino Leiva

Balseiro, director del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA) que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue, especificó que a partir de agosto del 2020 llovió por debajo de la media. En el otoño, las orillas quedaron expuestas. De todos modos no se llegó al registro mínimo ya que en 1999 el lago estaba 30 centímetros más bajo.

El Nahuel Huapi tiene 557 kilómetros cuadrados y su cuenca es de 4.360 kilómetros cuadrados. El lago Rivadavia en el parque Los Alerces tiene una cuenca 58 veces más grande que la superficie del lago, lo que hace que la lluvia impacte más en su nivel.

“El Nahuel Huapi tiene una cuenca relativamente chica en relación a su superficie, por eso nos llama la atención cuando las costas quedan tan expuestas como ahora”, comentó  Balseiro. Las orillas son como “un punto frágil”: “En aguas profundas, no afecta a un organismo que el lago esté un metro y medio más bajo. Muy distinto es lo que pasa en la orilla. Nuestra interacción con el lago es en la orilla. Ahí es donde más se afecta un cuerpo de agua como el Nahuel Huapi”.

 El estudio de los investigadores detectó numerosos signos de alteración en las orillas de la cuenca del Nahuel Huapi, tanto en Bariloche y Dina Huapi como en Villa La Angostura.

“Estos municipios tienen costas muy extensas a lo largo del lago Nahuel Huapi. Son kilómetros y kilómetros donde lo urbano entra en contacto con el lago. La gente debe tomar conciencia de que estamos frente a municipios extendidos con una fuerte interacción con el lago”, precisó Modenutti. En muchos sectores, el bosque prácticamente ya no llega hasta la orilla del lago por el desarrollo urbano. Además, se arrojan botellas de plástico, papeles, cáscaras, residuos cloacales y combustible.

“Con la bajante del lago, al quedar expuestas las orillas, tendemos a avanzar más rápido. Pero cuando el lago vuelve a subir, como está pasando ahora, todo eso queda adentro”, indicó Balseiro.

Destacaron también otras alteraciones más sutiles como el desmonte del bosque original de coihue, ciprés, arrayán, que se sustituye  por especies exóticas, la rosa mosqueta, pinos, sauces, entre otros. Ya tienen evidencia que lo demuestra.

“Nos llevó tiempo darnos cuenta de que la sustitución del coihue es un gravísimo problema. Las hojas de los coihues, al llegar al lago, tienen una capacidad de descomposición lenta. En diversos experimentos, comparamos la descomposición de hojas de coihue con especies exóticas. Estas últimas no liberan sustancias necesariamente tóxicas; sin embargo alteran el color y el tipo de sustancias que llegan  al agua”, señaló la doctora Modenutti.

“La gente debe comprender que estamos en presencia de un problema serio y si seguimos interfiriendo, metiendo más basura y  modificando la costa del Lago tendrá efectos serios. Debe haber más conciencia ciudadana”, plantearon como llamado a la comunidad.

Cómo ayudar al cuidado del Lago y sus costas

La zona de las costas del Lago Nahuel Huapi  brinda un fuerte refugio para una gran cantidad de especies, desde pequeños organismos, larvas y peces hasta aves o el huillín. Por eso, es importante que la gente no la altere. Los científicos del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue recomiendan no arrojar basura y usar solo las áreas habilitadas. Tampoco debe retirarse vegetación, madera o leña de la costa. Ni sustituir la flora nativa por especies exóticas.

Los investigadores recalcan que no deben emplearse jabones ni detergentes. Y hay que evitar el ingreso con mascotas que pueden ocasionar graves problemas con los animales que ya habitan las costas.

Se trata de tener una recreación pasiva sin intervenciones dañinas que afecten a la costa”, enfatizó la investigadora Beatriz Modenutti. Destacó también la necesidad de regular la construcción de muelles.

“Los gobiernos tendrán que implementar medidas. El agua se está transformado en un bien muy preciado y los municipios tendrán que comenzar a mirar con más cuidado e intentar preservar la calidad de estos sistemas”.

La científica reconoció que implementar medidas a nivel gubernamental para la protección del ambiente son complejas porque “la gente se resiste. Implica limitar un montón de cosas”.

Puso como ejemplo cuando se hace la compra de un terreno en la costa y se pretende realizar el desmonte completo para construir su casa.


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