Renovables, la película completa

“No sea cosa que dejemos de importar gas para importar otros componentes”. Con esa frase, el especialista de Fundación Bariloche Gonzalo Bravo sintetizó lo que vino a plantear al Segundo Simposio de Bioeconomía que se realizó en Neuquén: siempre que se hable de energías renovables, hay que mirar la película completa.

Bravo se refería al hecho del alto componente importado que tienen las instalaciones solares y eólicas que ganaron en la última licitación que realizó el gobierno nacional, conocida como Renovar. Como contraparte, destacó la baja participación del biogás y sobre todo de la biomasa, una opción que, para el especialista, podría ser muy buena en sectores aislados.

Así, los biocombustibles (que no deben confundirse con agrocombustibles, en todo caso una parte de ellos) podrían oficiar como una interesante opción en el menú local. Después de todo –y esto es lo que el congreso intentó transmitir durante sus dos jornadas- elementos como la leña o el orujo están a la mano para generar energía.

“Que sean renovables no quiere decir que sean sustentables”, señaló Bravo, en referencia, por ejemplo, a los paneles solares, cuyos ciclos de vida hay que estudiar de forma exhaustiva. El desafío, señaló es capturar la renta petrolera para poder hacer más competitivas a las opciones renovables, y convocó a ver el menú completo de opciones.

Valor local

También puso el foco en la necesidad de agregar valor local a los procesos. Señaló que al precio del megawatt ofrecido en la Renovar hay que sumarle las exenciones de impuestos para componer el precio completo. Remarcó a su vez que la ponderación del agregado local de valor sólo entraba a jugar en esta licitación en caso de empate, lo que le hizo perder peso específico.

Si bien la licitación Renovar tuvo una buena recepción de proyectos, la mayoría de ellos tienen un alto componente de piezas importadas.

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