Trabajadores del INTA denuncian recorte de personal y el “desguace” del organismo
Realizaron en Bariloche un abrazo a la sede del organismo y advirtieron que el vaciamiento causará grave perjuicio a las economías regionales.
Con un abrazo a la sede de la Estación Experimental Bariloche del INTA, los trabajadores de ese organismo hicieron público hoy su repudio a las reducciones de personal y también al vaciamiento de programas como Pro Huerta y Cambio Rural, que durante décadas brindaron acompañamiento directo a los pequeños y medianos productores.
Señalaron que los retiros anticipados promovidos desde el gobierno y las desvinculaciones de personal no formalizado alcanzó a 15 personas en Bariloche, casi el 10% de la dotación total. En todo el país se acogieron al retiro unos 300 agentes, aunque la intención oficial era la de promover un achique de 900, de modo que la poda seguiría por otras vías.
La jefa de la agencia de Extensión rural del INTA Bariloche, Paula Ocariz, dijo que para aquellos empleados que quedan la sobrecarga de trabajo es cada vez mayor. A nivel local, por ejemplo son solo seis técnicos para cubrir un millón de hectáreas, “con dos vehículos en mal estado”, de modo que muchas veces trabajan con sus propios vehículos y en jornadas extendidas con horas extra que nadie les paga.
Ocariz tiene 17 años en el INTA y dijo que el ajuste en marcha no registra antecedentes, “ni siquiera durante el macrismo”. Refirió que el gobierno nacional aplica medidas similares en otras áreas del Estado , como Parques Nacionales, Desarrollo Social o el Conicet y que al INTA llegó «con algún retraso», pero con un efecto demoledor.
Señaló que la nueva política en el organismo es desarticular el vínculo con la agricultura familiar, las comunidades indígenas y los pequeños productores para concentrarse en “la generación de conocimiento e investigación en favor del agronegocio”.
El achique en el INTA también repercutió en el ámbito político. El bloque de Vamos con Todos en la Legislatura rionegrina manifestó su repudio “al desmantelamiento, el ajuste y los despidos” en el organismo.
Mediante un proyecto de comunicación y otro de declaración denunciaron que la ofensiva se inscribe en un “retroceso de las políticas públicas del Estado” y en este caso se agrava con la puesta en venta de 27.000 hectáreas y edificios del INTA en todo el país.
Campos diversificados
La estación experimental del INTA con sede en Bariloche tiene ocho agencias a su cargo, sobre una jurisdicción que se extiende desde Chos Malal hasta El Bolsón. Sus técnicos desarrollan investigaciones y trabajos de asistencia en ganadería ovina y caprina, en horticultura regional, emprendimientos forestales, desertificación y teledetección de incendios, entre otros campos.
El secretario general del gremio Apinta en Bariloche, Julio Ojeda, subrayó el perjuicio causado por la desaparición del programa Pro Huerta, después de 35 años. “El componente semilla era muy importante y ya no está más”, se lamentó.
Dijo que otro programa emblemático era Cambio Rural “y también fue dado de baja”, de modo que habrá en lo inmediato un déficit concreto en “la gestión y organización de los pequeños productores”.
Ocariz dijo que el panorama es “terrible”, por la desarticulación de trabajos de extensión que eran muy valorados. Por eso decidieron realizar el abrazo, en la búsqueda de involucrar a la comunidad. “No es fácil lo que se viene, porque enfrente hay un enemigo muy duro, que no tiene ningún interés en negociar nada”, manifestó.
El vocero presidencial Manuel Adorni dijo hoy en Buenos Aires que durante la gestión anterior los objetivos del INTA “estuvieron lamentablemente desvirtuados” y el 90% del presupuesto se gastaba en los salarios del personal. El funcionario justificó el ajuste y exhortó a los miembros del Consejo Directivo A que aprueben el plan propuesto por el gobierno.
Desde Bariloche, Ojeda admitió que la reunión del Consejo que se desarrollará mañana es clave para el futuro inmediato, porque si ese organismo no valida el plan “se puede venir la intervención”.
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