Se concretó la venta de Moño Azul: quiénes son los nuevos dueños
La firma, una de las más antiguas del Valle, pasaba por un crítico momento financiero. En temporada, ocupa 1300 trabajadores.
Luego de muchas idas y vueltas, finalmente el Grupo Prima, cuyo presidente es el empresario regional Hugo Sánchez, terminó de adquirir la mayoría accionaria de la tradicional empresa Moño Azul.
“Es un paso importante para nosotros y para todo el Valle de Río Negro”, confió Nicolás Sánchez, Chief Executive Officer (CEO) del Grupo Prima, que está compuesto por los activos de la familia Sánchez.
Cabe mencionar que Moño Azul es una de las más antiguas del Valle de Río Negro y Neuquén, firma dedicada a la producción y comercialización de frutas. Inició sus actividades a mediados de 1961, con el acuerdo de cuatro familias pioneras del Valle: Grisanti, Enriquez, Pirri y Buttá. Desde un principio lideró las ventas en el país fue embajadora de privilegio con la calidad de su fruta ofrecida en el exterior. A fines de 2008, la empresa vende todos sus activos en algo más de 30 millones de dólares al grupo italiano GF Group, perteneciente en ese entonces a la familia Orsero, potenciando así su presencia internacional. En todos estos años, la marca fue un intangible que acompaño a la empresa generando retornos por encima de la media lograda por el resto de las frutícolas.
Nicolás Sánchez dejó en claro que “la compra de Moño Azul no tiene nada que ver con la empresa Patagonian Fruit Trade (PFT). La operación fue cerrada con el Grupo Prima. Esta nueva adquisición es una integración societaria en la que el Grupo Orsero queda con una participación minoritaria. Quien seguirá con el control y el management de Moño Azul será, a partir de ahora, el Grupo Prima”.
La compra del paquete accionario de Moño Azul no tiene en cuenta la ex fábrica de tomates en Otto Krause, las oficinas de Guerrico y las instalaciones de la ex Liguori. El Grupo Prima se queda con los principales activos de la empresa: el complejo de empaque y frigorífico de Vista Alegre, el complejo de Villa Regina, algo más de 700 hectáreas frutícolas en producción y otras 350 en blanco, pero listas para plantar. Todo un nuevo horizonte para la familia Sánchez.
Asociación clave
El salto del Grupo Prima en la actividad frutícola es significativo. Tres son los parámetros a tener en cuenta para considerar un mejor posicionamiento a futuro.
– La suma de más de 30 millones de kilos de peras y manzanas que aportará para esta temporada la ex firma de la familia Orsero.
– La marca Moño Azul es un millonario activo, intangible, que agregará valor hoy en el mercado frutícola local e internacional. Los directivos del Grupo Prima son conscientes de este dato y contar con ella le permitiría salir a competir con firmeza en un mercado, como es el local y Brasil, que para ellos está la temporada pasada estaban subexplotados. En la actualidad, la marca Moño Azul ya genera un diferencial de precio en el mercado. En el mercado mayorista llega a obtener hasta un 10% más que las cotizaciones promedio del resto de las empresas, siempre hablando del segmento de calidad Elegido y Premium.
– Crecimiento de la canasta de fruta con una marca única. Es decir el isotipo de Moño Azul va a estar seguramente en la mayor parte de la fruta del Grupo Prima dentro de las que se encuentran las distintas variedades de manzanas, peras, uvas de mesa, kiwi y carozo, entre otros productos.
Una apuesta a la fruticultura
Las conversaciones entre el Grupo Prima y Moño Azul tuvieron un alto grado de complejidad. Lamentablemente, la firma perteneciente a la familia Orsero nunca se encontró en una buena posición para negociar. La situación financiera de la empresa condicionaba cualquier exigencia.
Para Hugo y Nicolás Sánchez, presidente y CEO del Grupo Prima respectivamente, la idea de absorber todos los activos de Moño Azul no era un paso fácil de asimilar.
Pero finalmente se llegó a un acuerdo entre partes. Pero habrá que poner mucho trabajo y dinero para poder poner de pie nuevamente a los activos de Moño Azul.
Salvo las cámaras frigoríficas que posee la empresa en Villa Regina, el resto de la infraestructura que tiene Moño Azul, en especial en la parte de galpón de empaque, es antigua para los niveles que hoy se manejan en una fruticultura moderna. Reequipar a los dos grandes centros de Vista Alegre y Villa Regina requiere de una millonaria inversión en dólares.
El alto componente en mano de obra también afecta. La firma Moño azul tiene en total 210 empleados permanentes entre trabajadores de campo, del galpón, frío y administrativos. Con los transitorios, supera holgadamente, con una buena cosecha, los 1.300 trabajadores. Es una cifra alta en relación con los niveles de productividad que se deben esperar en cada uno de estos sectores de la cadena de producción y comercialización mencionados.
Pese a todo lo mencionado, las negociaciones avanzaron y desde el Grupo Prima se mostraron muy optimistas con el futuro de la fruticultura regional y el desarrollo de sus empresas.
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