Propósito fin de año: menos estrés: tips para mejorar la calidad de vida

Alimentos que hacen más que bien. Cambios de hábitos indispensables.

María Elena Pulido, psicóloga instructora de mindfulness, yoga y meditación, explica que cuando vivimos más tranquilos, menos pendientes del futuro, bajamos en algo los niveles de ansiedad y “estamos más disponibles para otros y para nosotros mismos, nos concentramos mejor y permanecemos más atentos”.

De este modo, añade, el cuerpo genera menos cortisol y con esto se duerme mejor, se disfruta más y baja la irritabilidad.

Cómo llegar a fin de año sin los cables pelados: esta sigue siendo una preocupación.

Sugerencias:

Parar, aprender a detenerse, romper la indiferencia, meditar, conectarse con el cuerpo y respetarlo.

Volver a uno mismo, darse tiempo, dejar de hacer y conectarse con la propia experiencia.

Aprender a decir no y a no comprometerse a realizar miles de actividades que finalmente atentan contra nosotros mismos, contra el descanso.

Soltar los celulares, tomar aire fresco, caminar.

¿Qué podemos comer en momentos de estrés?

Arándanos. Poseen vitamina C y E y minerales como el magnesio y manganeso, útiles para reducir el estrés. Contribuyen a subir el ánimo y combaten el insomnio.

Espinacas. Los vegetales verde oscuros son ricos en vitaminas C, A y B. Sus minerales como calcio, potasio, magnesio y fósforo reducen las hormonas del estrés.

Almendras. Reducen la presión arterial y aumentan el nivel de energía por su composición en vitaminas E y B y minerales como el magnesio y zinc.

Palta. Reduce el nivel de la presión arterial y baja las hormonas del estrés. Andrea Pacheco, nutricionista, afirma que en la previa de las vacaciones viene bien incorporar el hábito de comer 3 porciones de frutas y 2 platos de verduras al día.

Hacer deportes, fundamental.

Relajan y desestresa, afirma la profesora de educación física Pilar Caviedes. De 30 a 40 minutos diarios está OK. Hacerlo al aire libre, mejor. Hay que buscar actividades que se ajusten a la condición física y que genere placer al mismo tiempo.

Para aprender a descansar es necesario…

… cambiar hábitos o rutinas, tener actividades distractoras diferentes que nos saquen de la rutina habitual, aprender cosas nuevas que sean motivantes, dejarse tiempo para uno mismo, dormir, hacer actividad física y no dejar de imaginar nunca que descansar significa recargar las pilas con energía sana.

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