Pirotecnia: hay que hacer cumplir la ley y las ordenanzas
Jorge Castañeda DNI 08.569.045
Valcheta
Para los señores legisladores (no me gusta decir honorables) sancionar leyes y ordenanzas parece ser inherente al cargo que desempeñan. Sin embargo, con todo respeto, si desde el orden correspondiente no hay controles para su efectivo cumplimiento, es solamente un trabajo meramente administrativo. De nada sirve sancionar normas que son imposibles de cumplir y que constituyen solamente un acto burocrático más, que solo sirve para justificar las dietas que perciben.
Hay casos que son emblemáticos, por ejemplo el de los canes callejeros, que no hay norma que los pueda controlar por más buena que sea la ley u ordenanza al respecto.
En estos días de festejos se ha centrado la atención (y la polémica) con respecto a la venta y uso de la pirotecnia y fuegos de artificio.
Por lo sucedido se desprende que las ordenanzas son muy buenas, pero de imposible cumplimiento, por varios factores. Por otra parte ¿bastaría con un ejército de inspectores para hacer cumplir una norma?
Durante mi gestión como secretario legislativo del Concejo Deliberante se sancionó una Ordenanza de “Pirotecnia Cero”, que al existir controles desde el departamento Ejecutivo ha dado hasta el día de hoy excelentes resultados.
Como colofón sería apropiado terminar con una frase del gran Miguel de Cervantes Saavedra, incluida en el Quijote de la Mancha:
“Las leyes que atemorizan y no se ejecutan vienen a ser como el rey de las ranas, que al principio las espantó, y con el tiempo le menospreciaron y se subieron sobre él”.
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