Opinión: Juntos pero no revueltos
Todos los dardos rionegrinos parten hacia el gobierno nacional en el tenso inicio de esta semana. Pero no todos los jugadores miran la diana de la misma manera en la provincia.
La CGT y la CTA acercaron posiciones durante los últimos meses, aunque no lo suficiente como para unificar sus manifestaciones.
Para la CGT local del camionero Rubén Belich y el titular de UPCN, Juan Carlos Scalesi, el blanco principal es la Casa Rosada, pero las zonas cercanas también entregan puntos.
Por eso es previsible que los reclamos de hoy tengan también como destinatario al gobierno provincial, adversario principal de Martín Soria, con quien Belich tiene sólidos lazos.
La CTA Autónoma no puede permitirse esos desvíos. Su presente pacífico ante Weretilneck obligó a la dirigencia a diseñar una estrategia que evite mensajes confusos.
Por eso el paro de ATE fue de 48 horas, empezando ayer y anticipando las movilizaciones en las principales ciudades.
Una jugada rápida, para que el dardo no se convierta en bumerán, trayendo un mal humor indeseado.
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