La planta de agua pesada de Arroyito depende del precio del gas

La Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) de Arroyito necesita reducir sus costos de producción para que el contrato para la construcción de la cuarta central nuclear sea posible. El gobierno nacional le pidió precios más competitivos para cerrar el financiamiento con China y uno de los caminos posibles es la búsqueda de gas más barato, negociado directamente con empresas operadoras.

El ministro de Energía de la provincia, Alejandro Monteiro, indicó que se busca un recorte del 20 al 25%, algo que consideró “factible”. “Hoy la PIAP compra el gas a un distribuidor. Con un contrato a cinco años, podría sentarse con las empresas productoras y cerrar un contrato de abastecimiento a precios inferiores”, explicó.

Para que una negociación así sea posible, aclaró, es necesario a la vez el horizonte concreto de la cuarta central. “El precio del gas y de la electricidad son esenciales porque representan cerca del 70% del costo de producción del agua pesada”, detalló. Para el abastecimiento de Atucha III ya se logró bajar de 1.000 a 700 dólares el kilo, lo que generaría un ahorro aproximado de 180 millones de dólares.

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Según Monteiro, “gran parte de la discusión, no toda, está en el valor que tengas de costo de gas y de electricidad”. Desde la PIAP confirmaron que representan alrededor de un 65% en la estructura de costos, siendo el gas lo más elevado.

Esta semana. el portal “Econojournal” publicó de una reunión entre el gerente de la planta, Alexander Berwyn, y dos representantes de YPF para negociar la posibilidad de que la petrolera les venda gas a un precio más barato.

El funcionario neuquino le restó potencia a la versión porque afirmó que el acuerdo podría ser con la empresa nacionalizada “o cualquier otro productor”. “Uno siempre piensa en YPF porque es la más importante, pero tenemos en la provincia varias operaciones haciendo mucho énfasis en el gas. Tecpetrol podría ser un eventual oferente a largo plazo. Total, que produce mucho, también. La realidad es que el que mejor precio pueda llegar a ofrecer, bienvenido sea”, sostuvo.

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Otro de los planes para la PIAP es la posibilidad de reconvertirla para darle un uso dual que permita fabricar agua pesada, pero también fertilizantes. Es un viejo proyecto de la provincia que ahora volvió a discutirse porque salvaría a la planta de un posible cierre, una vez terminada la cuarta central, que sería la última con tecnología de uranio natural y agua pesada. “A YPF, al estar dentro del consorcio de la planta de fertilizantes de Bahía Blanca, se la asocia a este proyecto. Le hemos planteado que evalúen la posibilidad de encarar la planta de fertilizantes asociada a la PIAP. Nunca dijeron que no, pero sí que es una cuestión que tendrían que analizar a ver si económicamente dan los números. Hablamos de cientos de millones de dólares”, aclaró Monteiro.

La PIAP está parada y en mantenimiento desde mayo del 2017. La última tanda de agua pesada que hizo fue de 42,9 toneladas.

“Junto a Nación estamos haciendo las gestiones para continuar pagando los haberes de los trabajadores en tiempo y forma”,

aseguró el ministro de Energía de la provincia, Alejandro Monteiro.

Consumo y costos