Científicos del Conicet radicados en la Patagonia fueron premiados por su investigación sobre codiciados metales

Con Josefina Pons a la cabeza, el equipo el equipo recibió un subsidio de la Fundación William. El trabajo intenta dar respuestas a la alta demanda de metales utilizados para la generación de energías limpias y que se irá incremento en los próximos años.

Josefina es una científicas investigadoras del Conicet que junto a su equipo está radicada en la Patagonia y que por estos días recibieron una de las mejores noticias. Fueron premiados con un subsidio otorgado por la Fundación Williams, para el proyecto que encaran juntos: «Metalogénesis de algunos sistemas epitermales del norte de la Patagonia: su importancia en la detección de elementos críticos»

El nombre es muy técnico y específico. Pero la investigadora y geóloga del CONICET, Josefina Pons lo supo explicar más claramente. «Este proyecto surge como una necesidad de dar respuestas a la alta demanda de metales que requiere y requerirá la transición energética hacia las energías limpias. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) proyecta para 2040, que la demanda global de minerales y metales, para su uso en tecnologías de energías limpias, se duplicaría en el ‘Escenario de Políticas Declaradas’ (STEPS, por sus siglas en inglés) y se cuadruplicaría en el ‘Escenario de Desarrollo Sostenible’ (SDS, por sus siglas en inglés), si los países cumplen en su totalidad con los objetivos mundiales pactados en el Acuerdo de París», explicó.

Los expertos aseguraron que el oro, la plata y el cobre son excelentes conductores que forman parte de los circuitos eléctricos de las nuevas tecnologías; el indio, se usa para la fabricación de los paneles solares y pantallas de alta resolución (industria high-tech). El molibdeno en la industria siderúrgica, y como catalizadores, el cobalto es fundamental para aumentar la autonomía de las baterías, entre otras aplicaciones. Actualmente estos elementos han sido clasificados como metales críticos-estratégicos ya que tienen riesgo de abastecimiento o por su elevado valor económico.

«Nuestras investigaciones se centran en entender los procesos geológicos que llevan a la formación de un depósito mineral, es decir, zonas donde estos elementos se encuentren en cantidades muy por encima de los valores promedios de la corteza terrestre. En el desarrollo del proyecto tratamos de responder a varios interrogantes: ¿de dónde viene ese metal? ¿Cómo se movió hasta el lugar donde se concentró? ¿cuál o cuáles fueron los factores que generaron que precipite y se concentre en un determinado lugar? Si entendemos los procesos geológicos que favorecieron su formación podemos saber dónde ir a buscar más de estos metales«, detalló Pons.

La científica agregó que el norte de la Patagonia constituye una región rica en depósitos de oro, plata, cobre, zinc, entre otros metales y hacia ellos están apuntando con esta investigación.

Sus investigaciones tienen un impacto importante en el territorio ya que encontrar nuevas mineralizaciones pueden generar perspectivas positivas en el desarrollo económico social de una región teniendo en cuenta el desarrollo sostenible.

Para entender la importancia de los fondos de la fundación William, Josefina Pons explicó que «nuestras investigaciones requieren desde trabajo de campo, de laboratorio, hasta análisis que tienen costos muy elevados. Para dar un ejemplo, un corte delgado pulido a espejo, que es un preparado básico para poder analizar los minerales al microscopio, cuesta alrededor de treinta mil pesos, normalmente se deben realizar varias decenas a cientos de estos preparados. Una hora de análisis de microsonda de electrones para estudiar la composición química de los minerales y detectar la presencia de elementos críticos tiene un valor aproximado de quince mil pesos. Estos son solo algunos números, ya que se requieren muchos más análisis específicos para llegar a un modelo genético».

«El financiamiento nos permitirá no solo avanzar con nuestras investigaciones, sino también tener un impacto positivo en la formación de recursos humanos especializados que actualmente está requiriendo la industria minera, además de seguir consolidando el grupo de investigación ya que involucra el financiamiento parcial de los trabajos que se realizarán en el marco de dos tesis de doctorado y de cuatro tesis de licenciatura», concluyó.


Quienes integran el equipo en la Patagonia


 El equipo de Pons está conformado por Sebastián Dicaro, becario del CONICET, Ignacio Hernando, Geólogo del SEGEMAR-Delegación Roca, Santiago González y Gerson Greco, investigadores del CONICET, todos ellos forman parte del nodo del IIPG del Centro Patagónico de Estudios Metalogenéticos, que también tiene sedes en la Universidad Nacional del Comahue con las doctoras Franchini y Lis Fernández, y el doctorando Mercado Maximiliano y en la Universidad Nacional del Sur con las investigadoras del CONICET Laura Maydagán y Ana Rainoldi, y con los tesistas de doctorado Gonzalo Vallejos, Andrea Montoya y Federico Mateos, con proyectos de investigación a lo largo de del territorio argentino desde Salta, San Juan, hasta Santa Cruz.


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