Análisis: Dos incógnitas que enfrían el festejo de la lista Azul

Como suele decir un viejo cuadro del partido provincial, la elección que importa es la que viene. Sin embargo la interna del MPN dejó al menos un par de incógnitas: entender si los totales obtenidos alcanzan para las generales de 2019 y qué destino tomará Rolando Figueroa.

El MPN cosechó casi 130 mil votos en una interna abierta y no obligatoria. El número fue bastante bueno, pero nadie cree que sea suficiente. Las estimaciones a ganador en 2019 son de entre 160 y 170 mil. Si se descuentan los votos “bronca”, que fue parte del caudal de la Violeta, el número que necesita Omar Gutiérrez para la reelección trepa casi a 70 mil.

“Antes el MPN en la interna elegía el gobernador, ahora solo define candidato”, reflexionó un influyente político capitalino.

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En la oposición hay expectativas. Están animados. Pese a que los números del domingo fueron similares a los de 2014, el partido gobernante necesita minimizar una posible fuga de votos y potenciar su piso que hoy ronda el 30%.

Figueroa sabe que tuvo mejores números de los esperados, pero también que eso no alcanza para reabrir las negociaciones. Además tampoco está claro que busque una oportunidad dentro de la estructura. Pero sabe que romper con el
MPN puede sacarlo de la vicegobernación, sobre la que apoya su estructura.

Desde el oficialismo emepenista le adjudican vínculos con el parrillismo y hasta con el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, de estrecha relación con Sergio Massa. El confuso mensaje, que dio por terceros, sobre un posible fraude no solo lo mostró antipático con sus votantes sino que sumó distancia en el sector Azul, que no termina de cerrarle las puertas pero que lo mira
con irreconciliable desconfianza.