Reducir los residuos en cuarentena
El compost elaborado con restos orgánicos es una fuente de nutrientes para plantas y cultivos. Una alternativa que permitiría reducir un 50% los residuos domiciliarios urbanos.
Por Pablo Valiña (INTA San Martín de los Andes)
El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria, en la que resurge la necesidad de ser más sustentables, optar por la economía circular para reducir los residuos y, así, volvernos más amigables con el ambiente. Recuperación, reciclaje y compostaje son el camino a recorrer para garantizar una mejor calidad de vida. En esta línea, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible dispuso por Resolución 92/2020 que desde el 22 de marzo -día del Agua- al 27 de abril -día de la Tierra-, en la Argentina se llevará a cabo el Mes del Compostaje.
Para Pablo Valiña–jefe de la agencia de extensión del INTA San Martín de los Andes–, “es recomendable hacer compost o abono compuesto, desde un punto de vista productivo y pensando en la autoproducción de alimentos, ya que es uno de los pilares fundamentales de toda huerta orgánica o agroecológica”.
Con respecto a estos tiempos de crisis sanitaria, el técnico destacó que “otro motivo importante para hacer compost domiciliario, es reducir la cantidad de basura que sacamos a la calle. Eso sería una muestra de respeto al esfuerzo y la salud del personal de los servicios de recolección de residuos municipales que están exceptuados de hacer cuarentena y deben seguir trabajando”.
De acuerdo con el profesional del INTA, el promedio diario de restos orgánicos que genera diariamente una persona que vive en la ciudad, varía entre 150 y 200 gramos. Si se toma como referencia una familia tipo de 4 personas esa suma asciende a 600 y 800 gramos diarios.
“Se estima que el 50 % del peso de la bolsa de basura que generamos en nuestros hogares, corresponde a éstos restos orgánicos. Por eso es importante separarlos y reciclarlos en una abonera domiciliaria”, enfatizó Valiña.
El proceso del compostaje es la transformación de los restos orgánicos en tierra negra de textura esponjosa con una alta dotación de nutrientes que sirven de alimento para las plantas. Su utilización disminuye la necesidad de comprar fertilizantes químicos y abonos comerciales y se pueden aplicar en la huerta, en canteros o almácigos para plantas ornamentales del jardín, o simplemente para mejorar el césped, para plantas de interior y para actividades comerciales como viveros.
Hay varios modelos de aboneras para construir adaptadas al espacio disponible en cada caso, pueden ser móviles o fijas y su tamaño dependerá de la cantidad de integrantes de la familia. “Hay aboneras comunitarias en un espacio de jardín común en un edificio o consocio, aboneras comerciales para ubicar dentro de las viviendas o balcones y hasta aboneras compartidas entre vecinos”, explicó el extensionista.
Para comenzar la abonera sirven los residuos vegetales como restos de frutas y verduras, crudas o cocinas, cáscaras de huevos, saquitos de té, yerba, café, servilletas y rollos de papel de cocina. No se incluirán restos de carnes, grasas, plásticos, latas, pañales y excrementos de perros y gatos.
Con respecto a los residuos del jardín, servirán también hojas secas y verdes, césped seco y verde, ramitas, arbustos y restos de plantas. Si la abonera se hace directamente sobre la tierra, tendrá el beneficio adicional de la ayuda de las lombrices del suelo que subirán y acelerarán el proceso.
Para verter los residuos orgánicos en la compostera, se recomienda intercalar capas de residuos verdes y secos, a fin de mantener un equilibrio entre ambos. Según Valiña, es fundamental que se incorporen pequeñas partes de tierra regularmente: “una palada de tierra cada 4 o 5 capas de restos vegetales será suficiente, ya que en ella están los organismos y microorganismos que realizaran la transformación”.
Es importante mezclar regularmente estas capas, para favorecer la oxigenación y el contacto entre partículas y mantener la humedad. En zonas con períodos largos de lluvias, es recomendable taparla con maderas o polietilenos o hacerla bajo un árbol para que no se supere un nivel óptimo de humedad y oxigenación de la abonera.
Es bueno hacer compost, pensando en la autoproducción de alimentos, ya que es uno de los pilares de toda huerta orgánica.
El compost estará listo luego de unos meses, tendrá un color oscuro y aspecto homogéneo, olor a tierra húmeda y estará listo para usarlo tamizado en los almácigos y en las plantas de la huerta.
“En las actuales condiciones de aislamiento social obligatorio, resulta una gran oportunidad para aprender en familia e incluir a niños y jóvenes en este aprendizaje porque incorporarán para siempre estos conceptos como activos intangibles fundamentales para el beneficio de la sociedad y el planeta”, concluyó Valiña.
Durante la cuarentena, el INTA brinda capacitación, información y asesora en relación a la autoproducción de alimentos, manejo de cultivos y distintas producciones regionales de forma virtual a través de las redes sociales, atención telefónica y mediante la aplicación móvil gratuita “INTA Agencia Virtual”.
En números
- 50%
- Del peso de la bolsa de basura que generamos en nuestros hogares, corresponde a éstos restos orgánicos.
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