Chile se prepara para conocer si Pablo Neruda fue asesinado

Un grupo de peritos podría tener la clave en la muerte del escritor Pablo Neruda: si efectivamente la causa de su fallecimiento fue derivado de una enfermedad o si intervino la dictadura de Augusto Pinochet, que días antes había tomado el poder por la fuerza en ese país.

Los profesionales, oriundos de Canadá, Dinamarca y Estados Unidos, se encuentran reunidos en Santiago desde el pasado 24 de enero, quienes iban a anunciar este viernes las causas de muerte del conocido autor.

Sin embargo, la presentación del informe preliminar con importantes conclusiones sobre el deceso del poeta, premio Nobel de Literatura en 1971 y fallecido dos semanas después del golpe de Estado de 1973, fue suspendida este viernes por “problemas técnicos” de conexión a Internet.

Los expertos trabajaron en determinar el origen de la bacteria «clostridium botulinum» que fue encontrada en un molar del escritor, cuyos restos fueron exhumados hace una década en su casa de Isla Negra, a unos 100 kilómetros de Santiago de Chile.

El «clostridium botulinum» es un bacilo responsable del bolutismo, que se encuentra por lo general en la tierra y es clave determinar si la muestra hallada fue alterada en un laboratorio e inoculada después, lo que demostraría la intervención de terceros.

Qué pasó con la presentación del informe sobre la muerte de Pablo Neruda

El director de comunicaciones del Poder Judicial, Héctor Cruzatt, explicó a la prensa que el encargado de entregar vía internet el informe con la conclusión de un grupo de peritos, el doctor Romilio Espejo, no pudo conectarse porque están en una zona del sur chileno afectada por incendios forestales que interrumpieron las comunicaciones. La actividad se pospuso por tiempo indeterminado.

El veredicto sobre qué mató a Neruda se conocerá a casi 50 años de su deceso y a 12 desde el inicio de una investigación judicial abierta para corroborar si murió por complicaciones de un cáncer a la próstata o porque fue envenenado, como ha sostenido por casi medio siglo su chofer, Manuel Araya.