San Narciso de Jerusalén, la celebración católica del día: historia y oración
Fue un obispo destacado en la Iglesia primitiva, conocido por su santidad de vida. Los detalles.
San Narciso de Jerusalén es recordado y venerado el 29 de octubre en el calendario litúrgico. Fue un obispo destacado en la Iglesia primitiva, conocido por su santidad de vida y su firme defensa de la fe cristiana en tiempos de persecución.
Nacido en la primera mitad del siglo II, San Narciso fue elegido obispo de Jerusalén alrededor del año 180 d.C. Durante su episcopado, enfrentó desafíos significativos, incluida la persecución de los cristianos por parte del emperador romano Marco Aurelio.
San Narciso se destacó por su humildad y su dedicación al servicio pastoral. Se dice que realizó numerosos milagros y atrajo a muchos a la fe cristiana a través de su ejemplo de vida piadosa y su predicación del Evangelio.
Además de su ministerio pastoral, San Narciso desempeñó un papel importante en la defensa de la ortodoxia cristiana contra las herejías de su tiempo. Participó en concilios eclesiásticos donde se discutieron y se tomaron decisiones sobre cuestiones teológicas y doctrinales.
La veneración a San Narciso ha perdurado a lo largo de los siglos, y su memoria sigue siendo honrada en la Iglesia. En su festividad, los fieles recuerdan su valiente testimonio de fe y buscan su intercesión en sus propias vidas y necesidades espirituales.
Oración a San Narciso
Dios de misericordia, Tú hiciste a San Narciso un ejemplo sobresaliente de amor divino y de la fe que vence al mundo, y lo agregaste al panel de los pastores santos. Concédenos, por su intercesión, que todos podamos perseverar en la fe y el amor y ser partícipes de tu gloria. Amén
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