San Moisés: Se recuerda hoy al profeta y libertador del pueblo de Israel

En su Antiguo Testamento, la Iglesia Católica conmemora la hazaña de Moisés, que abrió el Mar Rojo con ayuda de Dios para salvar al pueblo de Israel. Cuál es su historia y los 10 mandamientos que aparecen en la Biblia.

Cada 4 de septiembre, la Iglesia Católica conmemora a Moisés, a quien considera una de las figuras destacadas del Antiguo Testamento de la Biblia. Líder del éxodo que liberó a los israelitas, se considera que consiguió que Dios partiera en dos el Mar Rojo para el paso de los hebreos.

Según describe el Antiguo Testamento, Moisés llegó en el Siglo VIII, antes del nacimiento de Cristo, como hijo de Amrám y de Ioquébed y fue abandonado por su madre en una cesta a orillas del río Nilo, porque el faraón había ordenado el ahogamiento de los hijos varones de las madres hebreas.

Entonces, los isreaelitas trabajaban como esclavos de Egipto. A pesar de la decisión del faraón, Moisés fue recogido por una princesa egipcia y llevado ante la Corte, donde fue bautizado con su nombre, que solo significaba «niño» para los egipcios.

Aunque Moisés fue educado en la corte, siempre estuvo pendiente del sufrimiento de su pueblo. Así, un día mató a un egipcio que había insultado a un israelita y el episodio llegó a los oídos del faraón, por lo que Moisés tuvo que abandonar la Corte.

Huyó al desierto y encontró refugio en la casa del sacerdote de Madián, Jetró, quien lo puso a cargo de sus rebaños, los cuales condujo durante 40 años. Además, se casó con una de sus siete hijas, Sipora, y tuvo dos hijos, Gerson y Eliezer.

El Dios de Abraham, Isaac y Jacob se le apareció cuando Moisés veía con asombro la zarza ardiente. Se presentó como “El que soy” y le encargó la difícil tarea de liberar al pueblo de Israel, para llevarlo a la “tierra que mana leche y miel” (Canaán).

Moisés y su hermano Aarón no pudieron convencer al faraón. Entonces, Dios desató diez plagas contra los egipcios. Recién cuando determinó la muerte de los primogénitos, el rey cedió y permitió a unos 600.000 israelitas salir al desierto.

Pero el Éxodo, liderado por Moisés, no pasaría desapercibido y el faraón, arrepentido de su decisión, envió un ejército tras los israelitas. Dios, invocado por Moisés, partió en dos el mar Rojo para permitir el paso de los hebreos y detener a los egipcios.

Ya en la península del Sinaí, en una gran montaña, vieron cómo Dios promulgaba los Diez Mandamientos. En el Moab, Moisés dio a conocer las normas que complementan la legislación establecida en el Sinaí.

Después de algunos desacuerdos que necesitaron de la intervención divina, como la adoración del Becerro de Oro, llegaron a Canaán sanos y salvos.

Los 10 mandamientos de Moisés


Estos son los 10 mandamientos de Moisés, que están en el Antiguo Testamento de la Biblia.

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
5. No matarás.
6. No cometerás actos impuros.
7. No robarás.
8. No darás falsos testimonios ni mentirás.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos.

Cómo pedirle a Moisés: esta es la oración


Para pedir la intervención de Moisés, la oración es la siguiente:

Señor, tú has sido nuestra morada de generación en generación.
Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo,
y desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.

Haces que el hombre vuelva a ser polvo y dices: Volved, hijos de los hombres.
Porque mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que ya pasó,
y como una de las vigilias de la noche.

Los arrastras como con torrente de aguas; son como sueño,como la hierba que crece por la mañana,
por la mañana florece y crece; al atardecer se marchita y se seca.

Porque con tu ira somos consumidos, y con tu furor somos conturbados.
Has puesto nuestras iniquidades delante de ti,nuestros pecados secretos a la luz de tu rostro.
Porque todos nuestros días declinan en tu ira; acabamos nuestros años como un suspiro.

Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años.
Con todo, su orgullo es molestia y pesar,porque pronto pasan, y volamos.

¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu furor según el temor que te es debido?
Enséñanos de tal modo a contar nuestros díasque traigamos al corazón sabiduría.

¡Vuélvete, oh Jehová! ¿Hasta cuándo? Y ten piedad de tus siervos.

Por la mañana, sácianos de tu misericordia,y cantaremos con gozo y nos regocijaremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días en que nos afligiste y a los años en que vimos el mal.

Aparezca tu obra a tus siervos,y tu majestad sobre sus hijos. Y sea la hermosura del Señor, nuestro Dios, sobre nosotros,y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí,la obra de nuestras manos confirma.


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