San Francisco de Asís: Hoy comienza la novena de oraciones

San Francisco de Asís es considerado el patrono de la ecología. El papa Francisco lleva su nombre en su honor. Te contamos acá cómo empezar la novena de oraciones, de cara a su día de celebración.

Cada 4 de octubre, la Iglesia Católica celebra a San Francisco de Asís, y previamente inicia la novena de oraciones: nueve días antes de la conmemoración a este santo patrono, los fieles creyentes se suman a la oración para pedirle su intervención en las causas imposibles.

Se considera a San Francisco de Asís como quien recibió el don de los estigmas y fue declarado patrono de los cultivadores de la ecología, según lo enunciado por San Juan Pablo II en 1979. Además, el papa Francisco tomó su nombre y ha publicado su encíclica «Laudato si».

San Francisco de Asís es considerado respetuoso «hacia todo lo que Dios ha creado y como Él lo ha creado, sin experimentar con la creación para destruirla».

A San Francisco de Asís puede dirigirse cualquier persona, en especial quienes trabajan por los pobres, los que buscan cambiar de vida, los que pasan penurias materiales o espirituales y quienes quieren dejarlo todo para seguir al Señor.

Novena a San Francisco de Asís: Primer día de oración


Así es la Novena a San Francisco de Asís, en el primer día de oraciones.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración de San Francisco ante el Cristo de San Damián (OrSD)
Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta, esperanza cierta
y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.

Oración de San Juan Pablo II a San Francisco de Asís
Oh San Francisco,
que recibiste los estigmas en La Verna,
el mundo tiene nostalgia de ti
como icono de Jesús crucificado.
Tiene necesidad de tu corazón
abierto a Dios y al hombre,
de tus pies descalzos y heridos,
y de tus manos traspasadas e implorantes.
Tiene nostalgia de tu voz débil,
pero fuerte por el poder del Evangelio.
Ayuda, Francisco, a los hombres de hoy
a reconocer el mal del pecado
y a buscar su purificación en la penitencia.
Ayúdalos a liberarse también
de las estructuras de pecado,
que oprimen a la sociedad actual.
Reaviva en la conciencia de los gobernantes
la urgencia de la paz
en las naciones y entre los pueblos.
Infunde en los jóvenes tu lozanía de vida,
capaz de contrastar las insidias
de las múltiples culturas de muerte.
A los ofendidos por cualquier tipo de maldad
concédeles, Francisco,
tu alegría de saber perdonar.
A todos los crucificados por el sufrimiento,
el hambre y la guerra,
ábreles de nuevo las puertas de la esperanza. Amén.

Oración en honor a las llagas de San Francisco
Gloriosísimo Protector y Padre mío, San Francisco, a ti acudo, implorando tu poderosa intercesión, para entender el amor que Dios Nuestro Señor te manifestó al martirizar vuestra carne y vuestro espíritu. Tus llagas son cinco focos de caridad divina; cinco lenguas que me recuerdan las misericordias de Jesucristo; cinco fuentes de gracia celestiales que el Creador te confió para que las distribuyas entre tus devotos. ¡Oh Santo amabilísimo!, pide por mí a Jesús crucificado una chispa del fuego que ardía en tu alma aquel día dichoso en que recibiste la seráfica crucifixión, a fin de que, recordando tus privilegios sobrenaturales, imite tus ejemplos y siga tus enseñanzas, viviendo y muriendo, amando a Dios sobre todas las cosas.

Se dicen las intenciones de la novena y se rezan 5 padrenuestros, avemarías y glorias en honor de las cinco llagas de San Francisco.

Oración Final
Seráfico Padre mío San Francisco, pobre y desconocido de todos, y, por esto, engrandecido y favorecido de Dios. Porque te veo tan rico en tesoros divinos, vengo a pedirte limosna. Dámela generoso, por amor al buen Jesús y a nuestra Madre, la Inmaculada Virgen María, y por el voto que hiciste de dar por su amor todo lo que se te pidiese. Por amor de Dios te ruego que me obtengas dolor de mis pecados, la humildad y el amor a tu pasión; conformidad con la voluntad de Dios, prosperidad para la Iglesia y para el Papa, exaltación de la fe, confusión de la herejía y de los infieles, conversión de los pecadores, perseverancia de los justos y eterno descanso de las almas del Purgatorio. Te lo pido por amor de Dios. Así sea.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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