San Dositeo, el santo de los años bisiestos: Conocé su historia y una poderosa oración
La Iglesia Católica celebra cada 29 de febrero a San Dositeo, el santo de los años bisiestos. Conocé su historia cercana a Jesús y una poderosa oración para rezarle.
San Dositeo es recordado cada 29 de febrero, una vez cada cuatro años.-
Solo en los años bisiestos, la Iglesia Católica celebra a San Dositeo de Gaza y Palestina, quien nació en cuna pagana entre los siglos VI y VII y tuvo una vida de acuerdo a las costumbres imperiales. Su familia tenía una posición favorable y el santo logró integrarse al ejército romano, se estima que en Constantinopla.
La vida militar le dio a San Dositeo la oportunidad de llegar hasta Tierra Santa. Allí decidió conocer los lugares en los que había estado Jesús de Nazareth, de quien había oído hablar desde joven a través de las historias de los sirvientes de su casa.
Dositeo consideraba que la vida de Jesús había sido ejemplar; sin embargo, había sido condenado a muerte y ejecutado. Tocado por el testimonio de caridad y hospitalidad que recibió de los cristianos de Jerusalén, siguió su recorrido hasta que le tocó visitar el huerto de Getsemaní donde pudo sentir empatía con Cristo a causa de la maldad de los hombres.
En Getsemaní, cuenta una antigua tradición, Dositeo se quedó contemplando durante mucho tiempo una imagen pintada que mostraba el juicio final, en la que podían apreciarse los horrores que padecen las almas condenadas al infierno.
De repente, vio a su lado a una mujer que le explicó lo que representaba aquella imagen. Dositeo le preguntó a la mujer: «¿Cómo es posible evitar los tormentos eternos?», ella le contestó: “Ayuna, no comas carne y ora constantemente a Dios”. Después de esto, desapareció. Aquella mujer habría sido la ‘Theotokos’, es decir, la Madre de Jesús, María, quien se le habría presentado para ayudarlo.
Entonces, Dositeo abandonó el ejército y pidió ser recibido en el monasterio de Gaza, lugar conocido por su rigor y por los santos que lo habitaban. Para ser aceptado, fue enviado al Abba Doroteo, donde San Doroteo Abad lo puso a prueba.
El Abad envió a Dositeo a la enfermería, donde se ejercitó en la obediencia cuidando a los enfermos. Después lo entrenó en el ayuno y la abstinencia, disminuyendo paulatinamente la cantidad de sus comidas.
Esto fue de gran provecho espiritual para San Dositeo, quien empezó a controlar su ira y vanagloria bajo la dirección de Doroteo. Tras cinco años de oración y ejercicio ascético, San Dositeo cayó enfermo, probablemente de tuberculosis o de alguna enfermedad respiratoria. Poco después murió, siendo todavía joven. El santo Abad Barsanufio lo acompañó hasta el final de sus días.
Poderosa oración para San Dositeo
Oh San Dositeo,
modelo de humildad y entrega,
te acercamos nuestras suplicas en busca
de tu intercesión ante nuestro amado Señor.
Con humildad te pedimos que nos guíes en nuestro camino espiritual,
fortaleciendo nuestra fe y dándonos la valentía para enfrentar los desafíos de la vida.
Te pedimos, Santo Dositeo, que nos ayudes
a encontrar la paz en medio de las dificultades, a superar nuestros miedos
y a confiar en la voluntad de Dios en todo momento.
Te rogamos que intercedas por nuestras necesidades
y nos concedas la gracia especial que tanto anhelamos.
Oh glorioso San Dositeo, te suplicamos que
nos concedas el don de la paciencia y la sabiduría
para aceptar las pruebas que se presenten en nuestro camino.
Ayúdanos a aprender de nuestras experiencias y a crecer en santidad,
confiando siempre en el amor y la misericordia de nuestro Señor Jesucristo.
San Dositeo, protector de los desamparados y consuelo de los afligidos,
te pedimos que intercedas por todos aquellos que sufren en cuerpo, mente o espíritu.
Escucha nuestras plegarias y ayúdanos a llevar nuestra cruz con amor y esperanza,
siguiendo el ejemplo de Cristo.
Te encomendamos nuestras intenciones y necesidades particulares,
confiando en tu poderosa intercesión. Que tu bondad y cercanía
nos fortalezcan en la fe y nos acerquen cada vez más a nuestro amado Señor.
Amén.
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