San Alberto Hurtado se celebra hoy: el santo que inspiró a los jóvenes de Chile con su prédica
San Alberto Hurtado nació en Chile y en ese país dejó su huella marcada. Conocé su historia y cómo pedirle con una oración, en su día.
San Alberto Hurtado.-
San Alberto Hurtado Cruchaga fue un sacerdote jesuita chileno y un destacado líder social del siglo XX. Nació el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar, Chile, y murió el 18 de agosto de 1952 en Santiago, Chile.
Por qué San Alberto Hurtado es considerado santo
Alberto Hurtado se destacó por su dedicación a los pobres y marginados de la sociedad chilena. Fundó numerosas instituciones para ayudar a los necesitados, incluyendo el Hogar de Cristo, una organización que proporciona vivienda y servicios básicos a personas sin hogar, y la Fundación Padre Hurtado, dedicada a la promoción del desarrollo integral de las personas.
Además de su trabajo social, Alberto Hurtado fue un prolífico escritor y predicador, conocido por su estilo claro y directo. Escribió varios libros sobre temas sociales y espirituales, y sus escritos siguen siendo una fuente de inspiración para muchos en la actualidad.
Alberto Hurtado fue canonizado por el Papa Benedicto XVI el 23 de octubre de 2005. La festividad de San Alberto Hurtado se celebra el 18 de agosto en el calendario litúrgico católico. Es considerado el patrono de los jóvenes de Chile y un ejemplo de compromiso con los más necesitados.
Oración para San Alberto Hurtado
Apóstol de Jesucristo, servidor de los pobres,
amigo de los niños y maestro de juventudes,
bendecimos a nuestro Dios por tu paso entre nosotros.
Tú supiste amar y servir.
Tú fuiste profeta de la justicia y refugio de los más desamparados.
Tú construiste con amor un hogar para acoger a Cristo.
Como un verdadero padre, tú nos llamas a vivir la fe
comprometida, consecuente y solidaria.
Tú nos guías con entusiasmo en el seguimiento del Maestro.
Tú nos conduces al Salvador que nuestro mundo necesita.
Haznos vivir siempre contentos aun en medio de las dificultades.
Haz que sepamos vencer el egoísmo y entregar nuestra vida a los hermanos.
PADRE HURTADO,
HIJO DE MARÍA Y DE LA IGLESIA,
AMIGO DE DIOS Y DE LOS HOMBRES,
RUEGA POR TODOS NOSOTROS.
Amén.
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