La Iglesia Católica celebra hoy a Nuestra Señora de la Merced, patrona de las cárceles

Cada 24 de septiembre, la Iglesia Católica celebra a la Virgen María bajo la advocación de la Virgen de la Merced, o Virgen de las Mercedes.

Los orígenes se remontan al siglo XIII, cuando la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco para animarlo a liberar a los cristianos que habían caído prisioneros en manos de los musulmanes.

En aquel tiempo era común que los llamados “moros” saqueen los pueblos costeros del Mediterráneo y esclavizaran a sus prisioneros.

Generalmente, las víctimas eran cristianos que eran trasladados al norte de África. Allí eran sometidos a trabajos forzados y ante este panorama la mayoría terminaba perdiendo la fe en Dios.

Nolasco “compraba esclavos” o los intercambiaba por mercancías, para luego devolverles la libertad.

Nolasco le pidió a Dios que le brindara ayuda y fue en ese ruego que la Virgen María se le apareció y le pidió que fundara una congregación que se dedicara exclusivamente a salvar a los cautivos.

En 1687 El Cabildo nombró a Nuestra Señora de las Mercedes como Patrona y Abogada de Tucumán, por los muchos favores que la Virgen hizo a los tucumanos.

Oración a Nuestra Señora de la Merced – Generala del Ejército Argentino

«A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina.

Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra bandera se izó en la presencia augusta de tu divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino.

Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación:

¡Tú eres la gloria de nuestra Patria. Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡Tú la Generala de nuestro Ejército!«.