Hoy se celebra la natividad de la Virgen María: Con qué oración recordarla

Cada 8 de septiembre, la Iglesia Católica recuerda el día del nacimiento de la Virgen María, en una jornada que es de celebración para los cristianos debido a lo que significa la llegada de María a la historia de la religión.

Si bien originalmente no hay información concreta del nacimiento de la Virgen María, hay varias tradiciones que lo contemplan. Entre ellas, se indica que María podría ser descendiente de David y que su nacimiento fue en Belén, mientras que otras corrientes indican que Nazareth fue la cuna de la madre de Jesús.

La fiesta por el nacimiento de la Virgen María se celebra en Oriente desde el siglo V, mientras que en Occidente fue introducida posteriormente hacia el siglo VII. En Roma, por ejemplo, la fiesta incluía una procesión en la que se iban recitando las letanías a la Virgen y que concluía en la Basílica de Santa María la Mayor.

El nacimiento de la Virgen María fue fijada el 8 de septiembre por el día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto.

El acontecimiento fundamental en la vida de la Virgen María es la Anunciación, donde la Iglesia Católica observa a la madre de Dios como ejemplo y modelo de vida cristiana con su fe, su obediencia a su Hijo y su servicio a los demás.

Además, se considera a la Virgen María como una mujer a imitar por su confianza en los momentos más oscuros de la historia de su hijo, Jesús, y el pueblo de Dios sabe que en ella puede encontrar refugio y consuelo, ayuda y protección.

Cómo pedirle a la Virgen María: esta es la oración para el día de su nacimiento

En el día del nacimiento de la Virgen María, esta es la oración para rendirle reconocimiento:

Padre Celestial, Tú has querido que en María se reflejase tu amor.

¡Gracias por habernos dado una madre tan perfecta!
Ella es para nosotros una nueva revelación
de todos los tesoros de bondad que se encuentran
escondidos en tu corazón paterno,
nos muestras hasta qué punto Tú eres bueno y dulce en tu amor.

Con su ternura y su solicitud, ella nos hace conocer
el afecto delicado y vigilante que te une a Tí con nosotros,
puesto que toda la fuerza de tu amor materno desciende
a ella de tu corazón de Padre.

En María no hay nada que no le haya sido dado
expresamente por Tí: ella trae a nosotros tú imagen,
nos hace descubrir tu rostro de amor.

Sin el consuelo de su presencia y la continuidad de
sus atenciones, nos faltaría una de las pruebas más
evidentes de que Tú estás continuamente cercano a
nosotros, para sostenernos, consolarnos, y protegernos.
Su mirada bondadosa y su inmensa piedad para
con los pecadores, como somos nosotros, nos invitan
a creer que tu misericordia es inconmensurable y 
que no se deja vencer por la ingratitud y por la maldad.

María nos muestra cómo Tú nos amas y nos impulsa
a confiarnos completamente a tu amor.

¡Te damos gracias porque te agrada manifestarte
y darte a nosotros a través de ella!

Amén.