Gran Hermano: vuelve el elemento que causó problemas a los jugadores en la edición anterior

Este martes 7 de enero los participantes de Gran Hermano se enfrentaron en otra prueba por el liderazgo de la semana. Atravesando los retos de habilidad y destreza, Juan Pablo se convirtió en nuevo líder y tuvo que tomar una serie de decisiones y beneficios.

En esta misma noche, Santiago del Moro anunció que vuelve el teléfono rojo y que él ingresará con mensajes de las familias de los jugadores. En este sentido, la familia enviará dos palabras para cada jugador y así poder orientarlo en el juego.

A quiénes fulminó Juan Pablo, el líder de la casa de Gran Hermano en la semana 6

Esta semana, el líder tendrá poderes especiales además de subir y bajar de placa el próximo jueves. Los beneficios de convertirse en líder este martes serán los siguientes: 

Podrá duplicar los votos de un jugador el miércoles en la gala de nominaciones. Al momento de votar podrá hacerlo por 4 y 2 voto. En este sentido, le dio la posibilidad de votar doble a Chiara Mancuso.

Por otra parte, también le podrá restar votos a otro jugador y esa persona solo tendrá 1 punto para votar. Esta consecuencia la deberá afrontar Lourdes.

Asimismo, pudo mandar a dos jugadores a placa mediante la fulminante otorgada. Juan Pablo, el arquitecto correntino fulminó a Sandra y a Brian.

Cabe destacar que Juan Pablo tendrá inmunidad y no podrá ser votado en contra este miércoles.

Quiénes son los jugadores con mejor imagen según las encuestas 

Los participantes más aprobados esta semana son nuevamente Ulises, Santiago y Luciana, quienes mantienen una alta aprobación. En contraste, los más rechazados son Carlos, Juan Pablo y Brian, quienes han recibido críticas.

El top 5 de imagen negativa muestra a Carlos con solo un 3% de votos positivos, lo que lo convierte en el jugador con mayores probabilidades de ser eliminado si llega a una placa de nominación. Juan Pablo, quien la semana pasada fue salvado por Nano, también está entre los más rechazados, seguido por Claudio, quien no ha logrado mejorar su imagen y enfrenta un riesgo elevado de abandonar la casa.