Estuvo muerto 90 minutos y asegura que se trató de una «aterradora experiencia»

Alistair Blake, un australiano de 61 años, estuvo muerto clínicamente por más de hora y media. Asegura no recordar lo que pasó entonces, pero la experiencia le cambió la vida.

Melinda, la esposa de Alistair Blake, resultó clave para que su marido sobreviviera.-

Una experiencia límite como la de Alistair Blake, quien estuvo clínicamente muerto durante al menos 90 minutos, trajo de vuelta la discusión sobre el destino final de las personas tras dejar el plano terrenal.

El hombre aseguró que se trató de una «aterradora experiencia», luego de ser reanimado por los médicos y, previamente, por su esposa.

Blake, de 61 años, sufrió un paro cardíaco apenas se levantó una mañana de enero, mientras estaba con su esposa Melinda en Australia, según contó el medio Daily Star.

La rápida reacción de su pareja hizo que le practicara RCP, mientras esperaba el arribo de la ambulancia, por una media hora aproximadamente.

Una vez en el lugar, los médicos que se abocaron a la atención de Alistair trabajaron sobre él durante más de una hora, mientras le administraban maniobras manuales para revivirlo y le hacían descargas en el pecho con un desfibrilador.

Ese largo y tortuoso proceso duró, al menos, unos noventa minutos.


Dónde estuvo Alistair Blake durante ese período


Alistair Blake tiene pocos recuerdos de ese momento. «Recuerdo irme a la cama el sábado por la noche, y lo siguiente que recuerdo fue despertarme el jueves por la mañana en un carrito que iba de la Unidad de Cuidados Intensivos a la de atención coronaria» reveló tiempo después.

El hombre señaló que «mucha gente me pregunta si vi algo». Y su respuesta es contundente: «no, no vi nada. Ni luces brillantes, nada de eso en absoluto. Creo que mi cerebro ha bloqueado totalmente lo que sucedió en el medio».

Blake fue trasladado de inmediato al Hospital Frankston, donde los médicos pudieron destapar la arteria bloqueada que le provocó el paro cardiorrespiratorio. Posteriormente, se le colocó un marcapasos en el corazón como medida de precaución y fue dado de alta. 

«Cuando estás entre la vida y la muerte empiezas a tener un enfoque totalmente diferente de la vida. Reduje la cantidad de horas que trabajo, tratando de conectarme más con familiares y amigos y disfrutar más» señaló el hombre.

«Como más saludablemente y hago más ejercicio. Si vas a ir, vas a ir. Si va a suceder, sucederá» concluyó el protagonista.


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