Cuál es la historia de la Virgen María y cómo pedirle ayuda con una oración

La Virgen María es una de las figuras más importantes de la Iglesia Católica entre los creyentes religiosos. Se trata de la madre de Cristo y es considerada entonces como la madre de todos los cristianos, quien se caracteriza como llena de gracia y virtudes.

Se considera que la Virgen María es la verdadera madre de Dios, porque la Iglesia Católica asegura que ella es la madre del hijo eterno de Dios hecho hombre, que sería Dios mismo.

También se considera a la Virgen María como la madre de todos porque efectivamente es madre de Jesucristo, quien la une a todos los creyentes por la gracia, formando un único cuerpo místico.

La Iglesia Católica considera que Dios le concedió singulares privilegios a la Virgen María, entre los que se contemplan su inmaculada concepción, su perpetua virginidad, su maternidad divina y su asunción en cuerpo y alma a los cielos.

En la redención, la Santísima Virgen María ocupa el lugar de Cooperadora , porque colaboró con su fe y su obediencia libres a la reconciliación de los hombres.

La Virgen María suele ser convocada por todos los creyentes en distintas ocasiones de la vida para pedir su intervención divina, en sus distintas advocaciones marianas que incluyen a la Virgen de Lourdes, a la de Fátima y a la de San Nicolás, entre algunas de las imágenes más populares.

Cómo pedirle ayuda a la Virgen María con una oración

Oh María, Virgen Inmaculada plena de gracia,
muéstrate a nosotros, dulce Reina,
Madre de todos los pueblos, ruega por nosotros,
ven a nosotros, amorosa y tierna Señora,
y, desde los Cielos, donde fuiste elevada por Dios,
guíanos, protégenos, cuídanos y ampáranos.

Virgen María, llena nuestras vidas de salud, paz y bienestar,
y ya que eres poderosa abogada del que implora tu favor,
recíbenos con cariño en tus dulces brazos y guárdanos con amor en tu amoroso Corazón.
Ya ves que a tus pies llegamos con afecto e ilusión
implorando nos cubras con tu manto de amor,
danos serenidad, llena nuestros corazones de paz
y aleja de nosotros todo temor, incertidumbre y dolor.

Amén.