Conocé la milagrosa oración para la Difunta Correa y cuál es su historia
La Difunta Correa es una santa popular, oriunda de San Juan. Sin embargo, sus fieles se concentran en toda Argentina para dejarle ofrendas y hacer sus peticiones.
Cada enero, los fieles de la Difunta Correa se acercan a los miles de santuarios que hay en todo el país y dejan sus pedidos y ofrendas a la mujer que, si bien no es una santa reconocida por la Iglesia Católica, es considerada una realizadora de milagros.
Se estima que la Difunta Correa nació en enero entre 1815 y 1819, bajo el nombre de María Antonia Deolinda Correa, en la provincia de San Juan. Si bien hay diversas versiones sobre su biografía personal, se sabe que fue hija del matrimonio entre Rosario del Tránsito Ramajo y José Amador Correa, además de que tuvo una hermana.
Según esta misma versión, la Difunta Correa contrajo matrimonio a sus 25 años con Baudilio o Clemente Bustos (no hay acuerdo respecto de esto) y ambos tuvieron un hijo. Posteriormente, entre los años 1830-1840 y en el contexto de los enfrentamientos entre las tropas de caudillos federales y unitarios, Bustos fue reclutado forzosamente por una montonera que pasaba por la zona para aumentar sus filas.
Tras aquella traumática separación, Correa decidió partir a pie con su hijo en brazos para reencontrarse con su compañero en el desierto de Caucete, en la provincia de San Juan. Acuciada por la sed y el cansancio, cuentan los relatos que en aquel trayecto la mujer pereció aunque su bebé permaneció con vida.
La leyenda agrega que, días después de su muerte, unos arrieros encontraron el cuerpo de Deolinda en la Sierra Pie de Palo, ubicada al sureste de San Juan, y que el bebé aún lactaba de su pecho. Fue así que en aquel instante se confirmó el primer milagro que la canonizó como la santa popular “Difunta Correa”.
Actualmente, la devoción a la Difunta Correa se concentra principalmente en un Santuario localizado en Vallecito, San Juan, pero se ha extendido por todo el país.
La milagrosa oración para la Difunta Correa
Si querés pedirle un milagro a la Difunta Correa, esta oración puede ayudarte con eso.
Bendita Madrecita Correa:
Humilde y bienaventurada,
protectora de la vida y del cuerpo,
protectora en toda necesidad,
ya que tu tanta pasaste hasta tu muerte.
Hoy de rodillas, tus devotos de todo el mundo,
te imploramos esperanzados, nuestros ruegos.
Protégenos, haz que tus manos milagrosas,
arranquen de cuajo el voraz infierno,
que carcome sin piedad nuestras entrañas,
de nuestro débil y enfermizo cuerpo.
Cuida de nosotros, Madrecita,
como en vida lo hiciste de tu pequeño hijo,
con tanto amor y bondad,
dando más de lo que tu misma tenías,
amamantándolo cuando yacías sin vida.
No olvides Madre a tus fieles siervos,
pide, al Señor su gracia y salva tus necesitados,
que elevan sus plegarias a viva voz,
para que les escuches, sus oraciones y ruegos.
Dios infinito en las alturas,
Jesús en nuestro interior,
María Auxiliadora en el alma,
La Difunta Correa en el corazón.
Amen.
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