Conocé a Santa Casilda, patrona de las mujeres con enfermedades ginecológicas, y cuál es su oración
La Iglesia Católica recuerda hoy a Santa Casilda, la princesa árabe convertida al cristianismo después de contemplar un milagro en su salud. Conocé cuál es su historia y cómo pedirle ayuda.
La Iglesia Católica recuerda cada 9 de abril a Santa Casilda de Toledo, la princesa árabe que se convirtió al cristianismo y que alcanzó su santidad movida por la caridad. Su nombre significa poesía o arte en árabe. Además, se la recuerda por su belleza.
Santa Casilda nació a inicios del siglo XI en los territorios de la antigua España, en ese entonces invadida por los árabes del norte de África. Fue hija de Al-Mamún, emir de Toledo, hombre conocido por su crueldad y odio contra los cristianos; sin embargo, se estima que su mamá fue cristiana, por lo que la joven se acercó a la vida católica.
Santa Casilda fue una mujer de carácter fuerte, con inmenso valor y generosidad. Antes de su conversión definitiva, la mujer ya había dado muestras de ser una princesa piadosa que buscaba llevar consuelo material y espiritual a los prisioneros de los calabozos que regentaba su padre, Al-Mamún.
Así, Casilda visitaba celdas y mazmorras llevando alimentos y medicinas escondidas en sus ropas. Muchos de los prisioneros eran sacerdotes y monjes cristianos, por lo que a través de ellos pudo conocer mejor a Cristo. Uno de esos sacerdotes prisioneros sería quien finalmente la bautizaría.
En su juventud, Santa Casilda empezó a padecer de flujos de sangre, una afección que los médicos no pudieron curar. En los calabozos, uno de los prisioneros le hizo una sugerencia inusual: bañarse en los lagos cercanos al monasterio de San Vicente, en las tierras de La Bureba, en Briviesca (Reino de Castilla).
Al-Mamún, por su lado, se había convencido de que la enfermedad de su hija no tenía cura. Aun así aceptó preparar el viaje de su hija acompañada de la comitiva real, entre quienes había cristianos en secreto.
Cuando Casilda llegó a los lagos y se bañó en ellos, sanó inmediatamente. Y, allí mismo, pidió el bautismo, se confirmó y recibió por primera vez la Sagrada Eucaristía. Tras lo ocurrido, la princesa decidió entregar su vida a Cristo y a los pobres.
A Santa Casilda de Toledo se le han atribuido incontables milagros, muchos de ellos relacionados con casos de esterilidad o con afecciones ginecológicas.
La oración para pedirle un milagro a Santa Casilda
Oh Dios,
que en Santa Casilda de Toledo nos has dado
un ejemplo de fe y de caridad,
concédenos, por su intercesión,
la gracia de seguir sus pasos
y de imitar su amor a los más necesitados.
Que su ejemplo nos inspire
a ser generosos con los que sufren
y a compartir con ellos los dones que nos has dado.
Que su vida nos enseñe a amar
y respetar a todas las personas,
independientemente de su origen o condición.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
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