Celebración del día: Santa Catalina Labouré, testigo de las apariciones de la Virgen María

Santa Catalina Labouré fue una religiosa de la Congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, conocida por haber tenido visiones de la Virgen María que resultaron en la creación de la Medalla Milagrosa. Nació el 2 de mayo de 1806 en Borgoña, Francia, y desde joven mostró una profunda devoción a la Virgen María.

El 27 de noviembre de 1830, mientras estaba en la capilla del convento, Catalina tuvo una visión de la Virgen María, quien le reveló su deseo de que se acuñara una medalla según el modelo que le mostró. Esta medalla más tarde se conocería como la Medalla Milagrosa y se convertiría en una de las devociones marianas más populares en la Iglesia Católica.

Santa Catalina vivió una vida humilde y dedicada al servicio de los pobres y necesitados como miembro de las Hijas de la Caridad. Después de su muerte el 31 de diciembre de 1876, su fama de santidad creció y fue beatificada por el Papa Pío XI en 1933 y canonizada por el Papa Pío XII en 1947.

La festividad de Santa Catalina Labouré se celebra el 28 de noviembre en el calendario litúrgico, en memoria de su vida santa y su testimonio de las apariciones de la Virgen María.

Oración a Santa Catalina Labouré

Señor Jesús, que elevas a los humildes y revelas tus secretos a los simples, te bendecimos por haber elegido a Santa Catalina Labouré para revelar al mundo el tesoro precioso de la Medalla Milagrosa que Tu Madre le mostró.

Santa Catalina Labouré, tú que fuiste elegida por la Virgen Inmaculada para contemplar ya en la tierra Su dulce sonrisa de Madre, obtiene la gracia de que la Virgen Santa vuelva hacia nosotros sus ojos misericordiosos y derrame los rayos de su gracia sobre la Iglesia, el Santo Padre, los Sacerdotes, los que están lejos, sobre nosotros, pecadores, y sobre el mundo entero.

Virgen María, Tú nos aseguraste que grandes gracias se les concederían a quienes las pidieran con fe a la Medalla Milagrosa: confiados en esa promesa estamos aquí para pedirle a Dios Padre la sanación de los enfermos, el consuelo de los afligidos, la conversión de los pecadores y la gracia de la salvación eterna: que cada joven, niño y familia que pasa por la Comunidad pueda un día participar contigo de la Luz de Tu Hijo Resucitado en la alegría sin fin del Paraíso.

¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos! ¡Santa Catalina Labouré ruega por nosotros!