Celebración católica del día: San Lázaro de Betania, resucitado por Jesús
La resurrección de Lázaro es uno de los milagros más conocidos de Jesús. Los detalles.
San Lázaro de Betania, resucitado por Jesús.
San Lázaro de Betania es una figura bíblica del Nuevo Testamento, conocido por ser el hermano de Marta y María, y por ser resucitado por Jesús después de haber estado muerto durante cuatro días. Según el Evangelio de Juan, Lázaro enfermó y murió, y Jesús, conmovido por el dolor de Marta y María, llegó a Betania y lo resucitó de entre los muertos.
La resurrección de Lázaro es uno de los milagros más conocidos de Jesús y es narrada en el Evangelio de Juan, capítulo 11. Este evento fortaleció la fe de muchos en Jesús, como el Mesías y el Hijo de Dios.
Después de su resurrección, San Lázaro continuó su vida terrenal, pero poco se sabe sobre sus actividades posteriores. Se cree que él y sus hermanas, junto con otros seguidores de Jesús, fueron perseguidos y exiliados de Jerusalén por las autoridades judías.
La tradición cristiana posterior atribuye a San Lázaro un papel en la propagación del cristianismo en Chipre, donde habría sido obispo de Kitium. Según la leyenda, después de su muerte definitiva, sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla y finalmente a Marsella, Francia.
San Lázaro es venerado como santo en la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y algunas denominaciones protestantes. Su festividad se celebra el 17 de diciembre en el calendario litúrgico, en memoria de su resurrección y su testimonio de fe en Jesucristo.
Oración a San Lázaro de Betania
San Lázaro bienaventurado,
abogado mío, mi santo protector,
en ti pongo mi confianza,
en ti deposito mis necesidades,
mis preocupaciones y mis angustias,
mis sueños y deseos,
y, sabiendo los muchos milagros
que a través de ti se han obrado,
sabiendo la bondad que de tus manos brota
cuando con humildad y fe a ti se te pide,
hoy llego hasta ti suplicante,
pidiendo tu poderosa ayuda y misericordia.
Oh San Lázaro bendito, por la esperanza tan sublime,
que abrigaba tu corazón
de alcanzar la corona del martirio,
y por aquel deseo ardiente
de dar la vida por Aquel que te la volvió a dar
después de haberla perdido,
concédeme san Lázaro glorioso
tu valiosa mediación,
ruega por mis deseos ante el buen Jesús,
tu amigo, hermano y bienhechor,
y pide que por su infinita misericordia
me conceda lo que pido de todo corazón
y así pueda encontrar alivio en mi desesperación:
(decir con inmensa fe o que se desea conseguir),
y si crees que no es conveniente,
dame la paz y tranquilidad a mi alma
para que espere resignado
el cumplimiento de la voluntad divina.
San Lázaro, glorioso padre de los pobres,
te ruego no dejes de ayudarme,
muéstrate propicio como siempre haces
y lleva cuanto antes mis peticiones al Señor,
dame tus bendiciones y protección,
alivia mis penas y problemas
y aleja de mi vida todo mal y enemigo.
Por Jesucristo, nuestro hermano y Señor.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.
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