“Ready Player One”: volver al pasado desde 2045
La flamante película de Steven Spielebrg, que se estrena hoy jueves, presenta un futuro cercano con una sociedad distópica que casi ha abandonado el mundo real por una existencia de realidad virtual escapista.
En la novela “Ready Player One”, de Ernest Cline, el personaje principal conduce un DeLorean como el de “Volver al futuro” y usa un diario del Santo Grial como el de “Indiana Jones y la última cruzada”. Las películas de Steven Spielberg tienen gran presencia en esta historia salpicada de referencias a la cultura pop, y el hecho de que el cineasta haya podido llevar la historia nostálgico-futurista de Cline a la gran pantalla es un pequeño milagro spielbergiano.
“No había leído nada que detonara mi propia imaginación de una manera tan vívida que realmente no pudiera detenerla “, dijo Spielberg, quien con “Ready Player One”, que se estrena hoy jueves, regresa al cine de gran escala con el que se dio a conocer.
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El espectáculo de ciencia ficción, con un presupuesto reportado de 175 millones de dólares, presenta un futuro cercano con una sociedad distópica que casi ha abandonado el mundo real por una existencia de realidad virtual escapista. Es 2045 y la mayoría de la gente, incluido el héroe adolescente Wade (Tye Sheridan), pasa el tiempo como avatares en el mundo virtual de OASIS, un juego de RV creado por un genio excéntrico, James Halliday (Mark Rylance), quien ha prometido darle su riqueza a quien gane y encuentre el “huevo de Pascua”.
Es gracias a Halliday, quien al igual que su autor llegó a la madurez en la década de 1980, que OASIS está repleto de nostalgia por esa época, desde el Atari hasta el Buckaroo Banzai. Y esta es la razón por la que Cline dio por sentado que “Ready Player One” sería imposible de adaptar. ¿Quién sería capaz de conseguir todos los derechos?
El que fuera Spielberg quien los pidió ayudó un poquito, pero él atribuye a la productora Kristie Macosko Krieger el haber conseguido todos, desde Chucky hasta Iron Giant, para el filme. Le tomó tres años, trabajando con Warner Bros., obtener todos los permisos necesarios de distintos estudios. Algunos no los usaron, como los principales íconos de “Star Wars” (aunque pueden verse un X-Wing y a R2-D2), y algunos los rechazó el propio Spielberg, como el de la nave de “Encuentros cercanos del tercer tipo”. No quería que su nueva cinta tuviera demasiadas referencias a sus viejas películas.
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“Llegó un momento en el que simplemente tuve que recurrir a alguien a quien le gustan mis películas y no hacer una película sobre mis películas”, dijo Spielberg.
Eso significó que el coguionista Zak Penn tuvo que borrar algunas ideas y chistes spielbergianos que había escrito antes de que el director se sumara al proyecto, pero no le molestó.
“Eso te hubiera sacado de la narrativa; él es un director demasiado emblemático”, dijo Penn. “Estarías ahí sentado pensando, ‘Ay, esto es de una película de Spielberg’”.
Pero todo estaba sobre la mesa, desde la canción con la que Cline caminó al altar (”You Make My Dreams” de Hall & Oats, que suena durante los créditos) hasta un pequeño guiño a “Last Action Hero” (”El último gran héroe”), la primera cinta de Penn que éste habría querido que Spielberg dirigiera. Penn, por su parte, había rechazado una referencia propuesta y se sorprendió al encontrar una en la versión final. Cline actuó a sus espaldas para convencer a Industrial Light & Magic de que se hiciera.
La mayoría de las referencias están en el decorado, con cada cuadro en el OASIS repleto de huevos, y habría que tener ojos de águila poder verlas.
“Mi criterio desde el principio fue que la historia sale por el parabrisas y las referencias a la cultura pop por el espejo lateral”, dijo Spielberg. “Tú decides lo que quieres ver”.
La producción usó tecnología de punta para simular el OASIS para que el elenco y equipo con cascos de RV proporcionaran una visión de 360 grados del mundo virtual. Y el filme mismo es un mezcla de tecnologías pasadas y presentes, incluyendo captura de movimiento, animación computarizada e incluso celuloide, que Spielberg usó para rodar las secuencias del mundo real.
“Fue solo un pequeño toque porque estoy tratando de mantener el filme, la química del filme, relevante y estoy tratando, hasta que cierren el último laboratorio y dejen de producir celuloide, de rodar todo lo que puedo en película”, dijo Spielberg. “También le dio al mundo real un sabor más crudo porque cuando filmas digitalmente, es mucho más como el acrílico, el filme es más como el óleo. Aquí tenemos esa mezcla entre el mundo del óleo y la textura que tiene una pintura al óleo con el filme y tenemos la claridad tan suave, casi antiséptica, de cómo luce el mundo digital”.
Lena Waithe, quien interpreta a la experta en tecnología Aech, dijo: “Me encanta que él lo haya hecho así. La película realmente representa hacia dónde va el cine y dónde empezó todo, lo cual es realmente hermoso”.
La novela de Cline ya ha demostrado ser profética en el espacio digital. El autor dice que compañías como Oculus y Google tienen ejemplares a mano y, según le han dicho, se los dan a visitantes en sus oficinas. Él piensa que la película, que se proyectará alrededor del mundo, tendrá un impacto aún mayor.
“Lo mejor que pudiera pasarle a un escritor de ciencia ficción es escribir algo que ayude a inspirar a la gente a hacerlo realidad”, dijo Cline. “Esta película podría ser una profecía autorreferente”.
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