Quince años de prisión por crimen en Neuquén
El querellante y el fiscal habían pedido 20 años.
Matías Subat
NEUQUÉN (AN).- La jueza de garantías Carina Álvarez condenó a 15 años de prisión a Matías Giorgis (29), por el crimen de Diego Gabriel Vázquez (30), ocurrido el 30 de marzo del 2012 en el octavo piso de la torre de Buenos Aires y Rivadavia. Las partes acusadoras habían pedido 20 años, pero la sentencia tuvo atenuantes. Los familiares se mostraron disconformes con el fallo. El llanto de la madre de Vázquez era el único sonido que se escuchaba en el edificio de tribunales de calle Yrigoyen al 175, mientras la magistrada leía los fundamentos de la condena. La pena impuesta a Giorgis dejó un sabor a poco, al menos para la hermana de la víctima, Tamara: “esperábamos que le den 20 o 25 años, porque él mató a mi hermano y lo hizo con mucha alevosía, porque él lo conocía a mi hermano. Esto destruyó a nuestra familia”, señaló. En una breve audiencia que se realizó la tarde de ayer, a la que asistieron únicamente los familiares de Vázquez y el abogado querellante, Juan Coto, la jueza Álvarez dictaminó la pena por el delito de “homicidio en ocasión de robo”. La calificación del crimen fue la que impuso el jurado popular el pasado 12 de junio. La jueza desestimó el cuestionamiento de la defensa oficial, a cargo Daniel García Cáneva, quien había pedido que la imputación fuera por “homicidio simple en concurso real con ocasión de robo” y una condena entre los 8 y 10 años de prisión. La jueza explicó que la pena impuesta responde al artículo 165 del Código Penal, que estima un plazo mínimo de 10 años de prisión y un máximo de 25. Argumentó que consideró que tanto la fiscalía como la querella justificaron “la extensión del daño” que Giorgis provocó a los familiares de la víctima y el agravante por aprovechar la confianza de Vázquez” para ingresar en su departamento y matarlo. Por último se probó la conducta posterior al hecho, en la que Giorgis vendió y lucró con lo que robó en el departamento. Este accionar fue entendido como “una actitud desdeñante”. Álvarez detalló dos atenuantes. Uno referido “a la difícil historia de vida” de Giorgis, que perdió a su padres cuando era pequeño y luego a sus tíos, que lo estaban criando, y que todo ello repercutió en su crecimiento. Y se contempló la enfermedad que padece con respecto al consumo de drogas, situación de que dio a conocer la defensa en la última audiencia del juicio.
crimen de Diego Vázquez
Matías Subat
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