¿Quién va a pagar el Plan Castello?
Hasta el 17 de diciembre hay tiempo para que los tenedores de los bonos digan si aceptan la propuesta del gobierno de Carreras de patear para adelante capital e intereses.
Como si lo convencional del calendario fuera un natural cambio de época, el fin de año renueva esperanzas de que 2020 pase rápidamente al olvido. La economía y la salud se fueron deteriorando, y lo que fue prioridad al principio (la prevención de los contagios) parece ser ahora un mal trago que hay que pasar hasta que llegue la vacuna.
El gobierno de Arabela Carreras, como el de todos los que asumieron el 10 de diciembre de 2019, está signado por este presente que nadie podía pensarlo como un futuro. Sí estaba claro que la deuda en dólares y bajo ley extranjera que se heredó iba a ser un condicionamiento.
El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, se los hizo repetir el viernes a los gobernadores que firmaron el consenso fiscal: deuda en dólares solo para créditos de fomento.
Los bonos del Plan Castello están en default pero las obras siguen en marcha; es la parte de la herencia que Carreras debe valorar porque sin esta inyección el desempleo habría sido mayor.
En 17 de diciembre vence el plazo para que los tenedores de los bonos del Castello acepten la propuesta de reprogramar vencimientos de los 300 millones de dólares y de sus intereses, impagos ahora por segunda vez.
Tenía razón el que escribió en una garita de colectivos de Bariloche hace muchos años “el Castello lo paga tu nieto”. Parece exagerado pero la propuesta que hizo la provincia de Río Negro es patear hacia adelante los pagos de modo de liquidar la deuda a mediados de 2028. Tal vez no el nieto pero el hijo seguro.
La oferta es terminar de pagar los 300 millones de dólares en 2028. Para ese entonces el programa de financiamiento de obra pública tendrá la edad de un niño de 11 años.
En 2028 no gobernará ni siquiera el o la que asuma en diciembre de 2023, cuando termine el mandato de Carreras. Para entonces, la criatura, que nació en 2017, tendrá 11 años.
Según la comunicación oficial a los mercados bursátiles, la Provincia contrató a una consultora, VR Advisory Service, con sedes en Londres, Moscú y Nueva York, para negociar con los acreedores. Se asume que el 50% de los tenedores de los bonos ya aceptaron, pero falta otro 25% para que la oferta se apruebe.
Este mes Río Negro incumplirá por segunda vez el pago de los intereses semestrales, que era de casi 11 millones de dólares. Por esa deuda (22 millones de dólares), lo que propone el gobierno es liquidar ahora unos 3 millones y el resto reemplazarlo por un bono nuevo; no se sabe en qué condiciones.
Para adelante, se plantea reducir los intereses, que eran de 7,75%, a 2,71% el primer año, 4,875% el segundo, 6,625% el tercero y 6,873% desde 2023.
El año que viene habrá que pagar 9 millones de dólares de intereses. Si el 25% que falta adhiere a la propuesta, la carga de la deuda se reducirá.
Desde el 10 de marzo de 2024, cuando el próximo gobierno tenga solo tres meses recorridos, habrá que empezar a pagar el capital, unos 66 millones de dólares por año, aunque si se mantiene esta política para entonces el bono se habrá refinanciado o cubierto con otro papel de deuda.
Por lo pronto, el gobierno ya tiene su presupuesto 2021, que supone el pago de 18.634 millones de pesos de servicios de deuda, más que los 11.558 millones que se destinarán a seguridad.
Pacto tácito
A esta altura parece que existe un pacto sin firma entre la sociedad y los gobernantes: hay que salir del encierro, encender la economía y correr el riesgo de contagiarse y hasta de morirse mientras no colapse el sistema sanitario. La gobernadora tomó nota de la renuncia de jefes de servicio de los hospitales, pero no modificó su propuesta salarial para los médicos.
No ocurre solo en Río Negro; en todos lados parecen a la espera de una vacuna, de un antídoto contra todos los males de este mundo (Spinetta lo supo antes), sin saber muy bien cómo se garantizará el acceso universal.
El turismo vive el primer fin de semana largo de cierta intensidad desde marzo, hace nueve meses. Es parte de ese acuerdo tácito. Para el balance habrá que esperar unos días.
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