Quién era Pelozo Iturri, el preso asesinado por los penitenciarios condenados
Argentino, ese era su nombre de pila, fue trasladado por el Servicio Penitenciario Nacional desde el penal de Ezeiza, donde cumplía una condena, a la exU9 de Neuquén.
Argentino Pelozo Iturri murió cuando estaba en custodia en la Unidad de Detención 9 de Neuquén. Fue el 8 de abril de 2008 y el juicio tardó 10 años en llegar a debate, entre otras circunstancias, porque inicialmente la muerte del interno fue consignada como “muerte súbita”.
Pelozo Iturri había sido trasladado desde Ezeiza en un procedimiento que en el juicio se reveló como irregular, ya que el viaje se llevó a cabo a escondidas del juez que tenía a cargo la ejecución de una condena larga por delitos violentos.
Según revelaron algunos internos durante las audiencias, Pelozo Iturri era además un testigo presencial en una causa de muerte de un interno en Ezeiza a manos de penitenciarios. Ese proceso aún no llega a debate.
En el caso de su propia muerte, el interno que presenció la paliza en la ex U9 de Pelozo Iturri, Luis Abella, murió apuñalado en un descampado de Buenos Aires ni bien logró la libertad.
La estadía en unidades federales de ese testigo protegido se vio prolongada más allá de la condena que tenía por una causa interna, que luego en juicio que se desarrolló en Buenos Aires, se demostró que había sido “inventada”.
En este proceso declararon como testigos protegidos la mayoría de los internos que compartieron pabellón o instancias de traslado de Pelozo Iturri. También fue importante enla acumulación de la prueba la declaración de internos que ya cumplieron su condena, y que igualmente manifestaron su temor al declarar pese a estar en condicion de libertad.
Durante su traslado desde el penal de Ezeiza hasta que fue llevado intempestivamente a la Unidad 9 de Neuquén, Pelozo Iturri fue golpeado en reiteradas ocasiones.
A tres días de llegar fue atacado por el celador del pabellón y otros agentes del cuerpo de la requisa. Lo golpearon dentro de su celda y en el camino hacia la enfermería del penal. Recibió golpes de puño, patadas, bastonazos en la cabeza, y golpes con los escudos. Además sufrió asfixia porque los agentes se le tiraron encima.
En una primera instancia los miembros del Cuerpo Médico Forense de Neuquén habían concluido que Pelozo Iturri había fallecido por “muerte súbita”. Sin embargo, los peritos determinaron que la víctima falleció como consecuencia de una hemorragia cerebral traumática y un cuadro de asfixia.
De los quince penitenciarios que llegaron a juicio ocho fueron condenados a cadena perpetua; seis a penas de entre seis y tres año de prisión y uno fue absuelto.
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