¿Quién defiende a Piedrabuena y Geldres? Los abogados rotan según las causas
Hay tres investigaciones y un Jurado de Enjuiciamiento abiertos a partir del escándalo que el matrimonio protagonizó en el hipermercado. Obligan a la defensa pública a intervenir. La denuncia por abuso sexual que fue archivada.
El Jurado de Enjuiciamiento resolvió ayer que el defensor general subrogante, Raúl Caferra, debe brindar «un adecuado asesoramiento técnico de calidad, integral e ininterrumpido» al juez Diego Piedrabuena en el jury que empezará el mes que viene. Es decir, lo metió obligado en un caso al que Caferra había renunciado expresamente por diferencias de criterio con quien será su cliente.
Es un incidente más en la larga serie de enredos que comenzaron el 12 de diciembre del 2020, cuando el juez Piedrabuena y su esposa Liliana Geldres fueron detenidos en el hipermercado La Anónima acusados de insultar a un cajero, a dos policías, resistirse a la demora y lesionar a una efectivo.
A partir de ese hecho se abrieron el Jurado de Enjuiciamiento y tres legajos penales con distinto grado de avance. Piedrabuena y Geldres figuran en algunos como imputados y en otro como acusadores. Y cambian de representante legal según la instancia que les toque enfrentar.
Un reto a la defensa pública
En el jury, Piedrabuena se representó solo hasta que el 23 de abril pasado pidió que le asignen un defensor oficial. La carga pública recayó sobre Caferra quien, como informó Río Negro, nunca llegó a aceptar ni asumir. El 4 de mayo, el juez presentó un descargo de más de 80 páginas «por derecho propio», con su firma solamente. Es la respuesta a la acusación del fiscal general José Gerez y su ofrecimiento de prueba.
Caferra, quien había designado como colaborador al defensor jefe Leandro Seisdedos, renunció por mail. En el breve texto, dijo que mantuvo una entrevista con el enjuiciado en la cual se evidenciaron «divergencias en la estrategia de defensa a asumir en el caso».
Piedrabuena se desentendió: “no es una decisión mía (…) no conozco su verdadero trasfondo (…) por mi estado de salud y emocional sigo requiriendo asistencia técnica para mi defensa», afirmó el 5 de mayo.
Ayer el Jurado de Enjuiciamiento declaró nulo el escrito de 80 páginas presentado por Piedrabuena y rechazó el apartamiento de Caferra por no invocar ninguna causal que lo justifique y por incumplir -entre otras- la ley orgánica del Ministerio Público de la Defensa.
Le otorgó un plazo de seis días para que entregue un descargo en nombre del enjuiciado. Luego se abrirá la etapa de considerar las pruebas y, ya en junio, empezaría el jury en sí.
La causa penal
Mientras tanto, el 31 de mayo será la audiencia de control de acusación en la cual se decidirá si va a juicio la causa penal contra Piedrabuena y su esposa Geldres por el escándalo en el hiper. Ese legajo lo lleva la fiscal Silvia Moreira y hasta ahora la jueza fue Patricia Lupica Cristo.
Piedrabuena es defendido por Francisco Oneto, un abogado de Buenos Aires, mientras que Geldres tiene defensa pública: Laura Giuliani y Gustavo Barroso la representaron en distintas ocasiones. Apenas empezó el caso la mujer designó una abogada particular pero luego requirió asistencia oficial.
¿Por qué Oneto no defiende a Piedrabuena en el jury? No se sabe y no tiene por qué dar explicaciones, aunque las causas son prácticamente gemelas, con idéntica prueba.
La denuncia de abuso sexual
Otro legajo o investigación se abrió el 8 de enero pasado cuando Piedrabuena denunció que la Policía sigue a su esposa. Según la presentación que tomó el fiscal Diego Azcárate, dijo que su esposa y su madre iban hacia el supermercado Capriolo cuando un policía descendió de un vehículo, las filmó, volvió a subir y se retiró. Fue, presuntamente, con fines de intimidarlas.
El 11 de febrero, Azcárate citó a declarar a Geldres en ese legajo. La mujer denunció que el 12 de diciembre anterior, cuando la llevaron a la comisaría Primera por el escándalo del hipermercado: «yo fui violada».
Dio detalles de manoseos y agregó: «Ellos me trataron como una mechera, no quiero imaginar qué me hubiera pasado en ese calabozo lleno de mierda, estuve media hora esperado a mi esposo, yo no sé qué me hubiera pasado si no llamaban para decir que era la esposa del juez, porque si era un chica común la violaban«.
Rápido archivo
La explosiva denuncia fue remitida al fiscal de Delitos Sexuales, Manuel Islas, quien la desestimó tras una corta investigación. «Lo que relató Geldres que le sucedió en la comisaría Primera es el procedimiento que por ley realiza el personal policial denominado requisa que consiste justamente en la palpación corpórea y superficial efectuada por personal policial –masculino o femenino según el caso- sobre el cuerpo del detenido/a en búsqueda de cosas peligrosas», dictaminó.
La mujer policía encargada de la requisa declaró que sólo le pidió que se quitara el corpiño con alambre, y que lo hizo en la privacidad del baño. En consecuencia, el fiscal Islas archivó la denuncia el 26 de marzo.
Geldres pidió que un juez revise la decisión. La audiencia se hizo el 5 de mayo pasado ante Leandro Nieves, quien confirmó la decisión del fiscal.
A esa audiencia, Geldres asistió patrocinada por un abogado querellante: Francisco Oneto, el que asesora a su marido en la causa penal en la que ella también está imputada y con defensa pública.
Ese día, Piedrabuena ratificó ante el Jurado de Enjuiciamiento que necesitaba de la defensa pública para el jury. Una vez más, no tiene por qué dar explicaciones. Son trámites distintos, de complejidad diferente.
Azcárate sigue investigando lo que internamente se conoce como «la denuncia Piedrabuena-Capriolo».
Víctimas de vejámenes
El último legajo abierto tiene al matrimonio como víctima de presuntos vejámenes policiales por los hechos ocurridos el 12 de diciembre en el hipermercado. Lo investiga la fiscal Valeria Panozzo, quien no avanzó demasiado. Aún no se realizó la audiencia de formulación de cargos contra los policías acusados.
El matrimonio no se habría presentado como querellante, según pudo averiguar Río Negro.
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