Qué se informó sobre los hermanos del nene asesinado en Neuquén
Son tres y vivían con el niño víctima de homicidio, en una casa de la Toma 7 de Mayo. En el barrio denuncian ausencia del Estado.
El lunes se conoció en Neuquén el homicidio de un niño de dos años y dos meses, que también había sufrido abuso sexual. La detención de su padrastro, Laurentino Amado Andrés (26), que lo había llevado al hospital Heller, fue casi inmediata y la atención se centró en la casa porque los vecinos increparon a la madre y, luego, incendiaron la vivienda. Entre todas estas circunstancias se empezó a hablar de los hermanos del niño.
Hasta el momento se informó que son tres. Tienen cuatro y cinco años y el más pequeño, que sería hijo del único detenido por el crimen, es aún un bebé. Los tres quedaron a resguardo de un familiar, según se confirmó desde la propia familia materna.
Yanet, una de las tías de los niños y hermana del único detenido, contó que dos semanas antes del crimen le prohibieron ver a los niños. Aseguró que el niño asesinado había sido asistido en el hospital Heller más de 10 veces por golpes y quebraduras. También que se habían realizado denuncias sobre el maltrato que sufrían.
La ministra de Trabajo y Seguridad, Vanina Merlo, aseguró que el padrastro del nene había tenido ingresos a comisarías, pero «nunca fue por un hecho de violencia familiar», sino por infracciones al Código de Faltas o por averiguación de antecedentes.
Según Yanet, no era solo su hermano quien ejercía violencia sobre los niños, sino también la madre y un hermano de ella, a quien acusó de ser responsable de los abusos sexuales que se constataron en el niño asesinado.
Los vecinos coinciden con su relato sobre el maltrato. «Era una madre muy violenta y el padrastro también. Lo insultaba, le zamarreaba el brazo, le tiraba los pelos y lo llevaba tironeándoles las orejas», relató María, quien vive en el Toma 7 de Mayo. Mariano, otro residente del sector, dijo que entre los vecinos siempre se habló de la situación y que a los niños se los veía «mal cuidados».
Otro de los vecinos contó que quienes escuchaban cómo golpeaban a los nenes durante la noche, no hacían la denuncia directa por miedo a las represalias, pero «llamaban anónimamente a la policía, daba una vuelta y después se iba».
La ausencia del Estado es un reclamo que se repetía estos días en el barrio. Entre los vecinos hubo quienes pusieron carteles pidiendo que en el terreno donde se quemó la casa del niño se cree una plaza, hay otros que piden un destacamento policial o una salita de salud.
La última novedad sobre los hermanos del nene se conoció ayer. La Defensoría del Niño, Niña y Adolescente informó que «se requirieron medidas de protección respecto de los tres hermanos, las que fueron dispuestas por una Jueza de Familia», pero no detalló cuáles fueron.
También se recordó que está prohibido por la Ley 2302 de protección del niño, niña y adolescente publicar y difundir imágenes o datos que permitan la identificación del niño, y de sus hermanos. Se solicitó «enfáticamente» que esto no se realice porque todos debemos resguardar sus derechos.
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