¿Qué pasará con el turismo de invierno después del coronavirus?
Con algunas miradas más optimistas que otras, los referentes del sector turístico coinciden en que habrá que ser creativos ante una forma de vivir el turismo que cambiará rotundamente.
La cordillera neuquina y la rionegrina son los puntos más importantes del país en lo que respecta a turismo de invierno. Hoy, la crisis por el Coronavirus no superó el riesgo en la salud y, sin lugar a dudas, todos ven que esa, es la prioridad. Pero analistas, gobiernos y empresarios, organizan “el día cero”, ese en el que habrá que poner a la actividad de pié, después de pérdidas irreparables y echar a andar.
La palabra madre, que aparece entre los líderes del sector es “incertidumbre”. Hoy, no se ve la luz del final del túnel, pero después de haber pasado las crisis de las cenizas, de un brote de hantavirus, de la caída de una montaña, si hay algo que en esta zona saben, es comenzar a moverse en la oscuridad.
Los directivos de todos los centros de esquí, en estos días mantienen reuniones online para trazar acciones con los gobernadores y con Turismo de Nación. Algunos, tienen miradas más optimistas, otros menos, pero todos coinciden en que habrá que ser creativos ante una forma de vivir el turismo que cambiará rotundamente.
“Se ve difícil la temporada de invierno y vemos que será complicado que pueda cambiar. Lo que se está pensando va en consonancia con una reactivación paulatina e incluso se dice que a partir de septiembre. Pero de todas maneras los centros de esquí nos estamos preparando. Estamos trabajando como para abrir”, dijo el presidente de cerro Bayo, Pablo Torres García, también titular de la Cámara Argentina de Centros de Esquí que integran además Catedral, Chapelco, Caviahue y Perito Moreno entre otros.
Destacó que analizan varios escenarios. Piensan en que pasará si el gobierno decide que no puedan abrir, o se suspendan las vacaciones de invierno. O si se les permite abrir con restricciones.
“Hay incertidumbre con qué pasará con las vacaciones de invierno. La conectividad creemos que va a ser problemática. Somos conscientes que aunque la abran, la gente tal vez no quiera subir a un avión. Vemos que el turismo no va a volver a ser lo que era y pensamos qué cosas van a cambiar para actuar”, dijo Torres García.
Sostuvo que deberán ser creativos para ver cómo no perder puestos de trabajo. Los centros de esquí, en invierno, son una pieza clave para el funcionamiento de las ciudades en las que se encuentran. Por ejemplo, Cerro Bayo contrata entre 5.000 y 6.000 personas en forma directa.
En busca de soluciones
Los analistas del sector coinciden en que la actividad turística tendrá complicaciones para reactivarse una vez que se levante la cuarentena porque “pensar en vacaciones implica tiempo y recursos”.
Por otra parte, la mayoría de los turistas de invierno llegan de Buenos Aires, lugar que registra el mayor número de infectados. “La gente tal vez no se quiera subir a un avión después de esto, y es entendible, los que vengan deberán hacerlo sí o sí en auto y por eso, quizás debemos aplicar promociones”, dijo Torres García.
En Chapelco Ski Resort estiman que puede ser una temporada de menor afluencia de gente y con un movimiento más regional, pero destacan que poner en duda la temporada, les parece apresurado.
El gerente general Agustín Neiman destacó “estamos expectantes respecto de la temporada, y por regla general, siempre somos optimistas. Faltan unos meses y esperamos que para entonces podamos poner en funcionamiento el centro de esquí”.
Ellos también se plantearon diferentes escenarios para buscar medidas alternativas que generen las mejores condiciones para disfrutar de la montaña. “En el pasado tuvimos inicios de temporadas, aún a mediados del mes de julio, tenemos entre dos y tres meses por delante, plazo en que la situación estará más clara”, dijo Neiman.
“Los lugares abarrotados de gente no van a ser los que se elijan. La Patagonia tiene para ganar, y esa imagen hay que fortalecer”.
Licenciado en Turismo, Sebastián Di Nardo
Alejandro Apaolaza, secretario de Turismo en Municipalidad de San Martín de los Andes comentó que están en contacto con Chapelco y no dan por perdida la temporada. “Aunque va a ser difícil porque los turistas van a estar ajustados, hay que trabajar para subsistir como ciudad y destino”, dijo.
Con el Entre de promoción del turismo de San Martín de los Andes (Ensatur) van a delinear promociones para seguir en la mente del consumidor y a capacitar al personal.
“Nada va a ser igual, pero vamos a tener que ser creativos y adaptarnos a la demanda. Desde aeropuertos, transportes terrestres, restaurantes, hasta que no haya una cura va a haber que tomar medidas para volver a trabajar”, sostuvo Apaolaza.
El licenciado en Turismo, Sebastián Di Nardo en una conferencia organizada por la sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro habló en el mismo sentido y dijo que los pronósticos sobre cuando comenzará la etapa de la recuperación varían entre tres meses, seis o un año, pero lo que sí se sabe es que el destino y el turista no van a ser los mismos, como tampoco lo será, la cadena comercial.
“Ahora es hora de prever que hacer. Las líneas deberían ser claras y lo que hay que hacer es acelerar la recuperación del destino. La incógnita más grande es cómo habrá cambiado el paradigma viajero ¿Será el mismo?”, se pregunta Di Nardo.
El mercado más complicado cree que es el internacional. En Bariloche, entre el 70 y 80 % del turismo es nacional y eso los favorece. Es por eso que propone pensar en una recuperación centrifuga, de adentro hacia afuera.
“Comenzar con el residente, luego pensar en los más cercanos, porque sabemos que el más alejado tal vez está reticente a viajar. El turista va a buscar planes que puedan ser flexibles. El turismo recreacional va a ser el más duro. Debemos pensar en productos como reuniones, congresos, el turismo joven que nos salvó en otras crisis ”, dijo.
Concluye en que los lugares abarrotados de gente probablemente no serán los elegidos y en eso la Patagonia tiene para ganar.
Bariloche es el tercer lugar turístico del país. A lo largo del 2019, la ciudad recibió 730.537 turistas y se convirtió en el mejor año de la década. Se estima que el sector genera entre 12.000 y 15.000 puestos de trabajo directos.
El secretario municipal de Turismo, Gastón Burlón hace unos días reconoció “el esfuerzo de los empresarios para sostener el empleo y los salarios”, aunque observó que “no hay espaldas ni ahorro que alcancen si las cajas se mantienen en cero varios meses”.
El Bolsón y la Comarca Andina, solo durante un fin de semana largo, como el de Semana Santa perdieron unos 130 millones de pesos que no ingresaron a la región.
En San Martín miden el impacto y sostienen que llevan un mes con los prestadores los restaurantes todo cerrado y con facturación cero y “se va a complicar el panorama todavía más. No es para nada alentador”, dijo Alejandro Apaolaza, secretario de Turismo en Municipalidad.
Es por eso que diferentes entidades se reunieron esta semana con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, para pedirle que declare la emergencia en el sector .
En Bariloche los más optimistas hablan de un recupero moderado y progresivo a partir de julio. Otros estiman que recién para octubre habrá señales. Belén García Bertone, presidenta de la Cámara de Turismo de Bariloche resaltó “el impacto de la crisis es fuertísimo, la realidad de las pymes del turismo es distinta a otros sectores como puede ser el comercio, por eso necesitamos medidas específicas”.
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