“Qué país es éste”

Comparo a nuestra presidenta con María Antonieta (María Antonieta de Austria; fue una archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra). ¿Pruebas, similitudes? Aquí van algunas. “Si el pueblo tiene hambre y no tiene pan, que coma brioches”. María Antonieta (aunque es dudosa la frase dicha por ella) ¿Seremos los jubilados, pensionados, etcétera? Desde los tiempos de los Valois, la vida de los monarcas franceses se ajustaba a un ceremonial complejo que se repetía idéntico día tras día, año tras año. Desde hacía aproximadamente un siglo, cuando Luis XIV se estableció en Versalles de forma permanente, el palacio era el lugar en el que, a cambio de cargos y honores, la nobleza francesa rivalizaba para “servir, distraer y controlar” a sus soberanos. ¿Será la Casa Rosada? Además de divertirse, María Antonieta ambicionaba ejercer influencia política y esto le resultaba menos fácil. Luis XVI, no obstante la indulgencia que tenía con ella, parecía firmemente determinado a limitar lo más posible sus injerencias en este terreno. ¿Será Néstor? Con el designio de imponer su voluntad, al menos dentro de la corte, María Antonieta se aseguró de rodearse de un círculo de amigos leales –la denominada “sociedad de la reina”–. Sus preferencias se centraron en la pequeña y mediana nobleza, más dúctil y complaciente que la antigua –poco dispuesta a dejarse intimidar por una princesa de la Casa de Austria–, pero lo único que consiguió fue enemistarse con todas las grandes familias del reino. ¿Serán Máximo, Zannini, Parrilli…? En julio de 1785 estalló el “caso del collar”: el joyero Bohmer le reclamó a la reina 1,5 millones de libras por un collar de diamantes encargado en nombre de la soberana por el cardenal de Roan. Ella no se hizo responsable e insistió en arrestar al cardenal, al que acusó de insultarla al achacarle la compra del collar y el escándalo fue inevitable. ¿Será…? Mussa señaló: “Esto demuestra que las declaraciones juradas que venía presentando son falsas, porque no se sabe de dónde sacó ese dinero”. En el texto de la denuncia se pide una pesquisa por “enriquecimiento ilícito, lavado de dinero e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Una de esas frases sostiene que “Cristina compró hasta un millón de dólares en joyas por año” y se indica que fue emitida por “Sergio Hovaghimian, exrepresentante de la joyería Jean-Pierre, una de las más prestigiosas del país”. • La reina odiada. La primera que le volvió la espalda y le juró un rencor implacable fue su misma corte. Versalles se vengó de ella sentando las bases de una leyenda negra de la que la reina jamás se liberaría. El retrato de una mujer frívola, ligera, ávida, derrochadora e intrigante entró a formar parte del imaginario colectivo del país. París no tardó en adueñarse de las informaciones procedentes de Versalles y en difundirlas por los canales de la prensa clandestina, que se lanzó a contar con gran riqueza de detalles la vida privada de María Antonieta con el objetivo político de desacreditar a la monarquía de derecho divino. ¿Será el diario “Clarín”? Se la acusó, asimismo, de entenderse con las potencias extranjeras. Como la reina lo negó, Herman, presidente del tribunal, la señaló como “la instigadora principal de la traición de Luis Capeto”, lo cual presupuso un proceso por alta traición. ¿Tratado con Irán? Serán coincidencias. Dejo al lector sus comentarios. José Francisco Canosa Sánchez DNI 7.578.298 Buenos Aires

José Francisco Canosa Sánchez DNI 7.578.298 Buenos Aires


Comparo a nuestra presidenta con María Antonieta (María Antonieta de Austria; fue una archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia y de Navarra). ¿Pruebas, similitudes? Aquí van algunas. “Si el pueblo tiene hambre y no tiene pan, que coma brioches”. María Antonieta (aunque es dudosa la frase dicha por ella) ¿Seremos los jubilados, pensionados, etcétera? Desde los tiempos de los Valois, la vida de los monarcas franceses se ajustaba a un ceremonial complejo que se repetía idéntico día tras día, año tras año. Desde hacía aproximadamente un siglo, cuando Luis XIV se estableció en Versalles de forma permanente, el palacio era el lugar en el que, a cambio de cargos y honores, la nobleza francesa rivalizaba para “servir, distraer y controlar” a sus soberanos. ¿Será la Casa Rosada? Además de divertirse, María Antonieta ambicionaba ejercer influencia política y esto le resultaba menos fácil. Luis XVI, no obstante la indulgencia que tenía con ella, parecía firmemente determinado a limitar lo más posible sus injerencias en este terreno. ¿Será Néstor? Con el designio de imponer su voluntad, al menos dentro de la corte, María Antonieta se aseguró de rodearse de un círculo de amigos leales –la denominada “sociedad de la reina”–. Sus preferencias se centraron en la pequeña y mediana nobleza, más dúctil y complaciente que la antigua –poco dispuesta a dejarse intimidar por una princesa de la Casa de Austria–, pero lo único que consiguió fue enemistarse con todas las grandes familias del reino. ¿Serán Máximo, Zannini, Parrilli...? En julio de 1785 estalló el “caso del collar”: el joyero Bohmer le reclamó a la reina 1,5 millones de libras por un collar de diamantes encargado en nombre de la soberana por el cardenal de Roan. Ella no se hizo responsable e insistió en arrestar al cardenal, al que acusó de insultarla al achacarle la compra del collar y el escándalo fue inevitable. ¿Será...? Mussa señaló: “Esto demuestra que las declaraciones juradas que venía presentando son falsas, porque no se sabe de dónde sacó ese dinero”. En el texto de la denuncia se pide una pesquisa por “enriquecimiento ilícito, lavado de dinero e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Una de esas frases sostiene que “Cristina compró hasta un millón de dólares en joyas por año” y se indica que fue emitida por “Sergio Hovaghimian, exrepresentante de la joyería Jean-Pierre, una de las más prestigiosas del país”. • La reina odiada. La primera que le volvió la espalda y le juró un rencor implacable fue su misma corte. Versalles se vengó de ella sentando las bases de una leyenda negra de la que la reina jamás se liberaría. El retrato de una mujer frívola, ligera, ávida, derrochadora e intrigante entró a formar parte del imaginario colectivo del país. París no tardó en adueñarse de las informaciones procedentes de Versalles y en difundirlas por los canales de la prensa clandestina, que se lanzó a contar con gran riqueza de detalles la vida privada de María Antonieta con el objetivo político de desacreditar a la monarquía de derecho divino. ¿Será el diario “Clarín”? Se la acusó, asimismo, de entenderse con las potencias extranjeras. Como la reina lo negó, Herman, presidente del tribunal, la señaló como “la instigadora principal de la traición de Luis Capeto”, lo cual presupuso un proceso por alta traición. ¿Tratado con Irán? Serán coincidencias. Dejo al lector sus comentarios. José Francisco Canosa Sánchez DNI 7.578.298 Buenos Aires

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