Qué evaluaron los jueces para condenar a perpetua a Mariano Cordi por femicidio
Fue condenado a la máxima pena por el femicidio de Valeria Coppa ocurrido en enero pasado en Bariloche. Descartaron atenuantes.
Valeria Coppa quedó “abandonada a su suerte” luego de recibir en la cabeza el disparo que propinó su expareja en enero pasado. Antes había sido víctima de hostigamiento, maltratos e insultos. Por eso ayer un tribunal condenó a prisión perpetua a Mariano Cordi, por el homicidio agravado por el vínculo y por efectuarse en un contexto de violencia de género.
La frase “prisión perpetua” resonó ayer en la sala de audiencia del edificio Pilmayquén del Poder Judicial en Bariloche luego de 17 minutos de que el juez Héctor Leguizamón Pondal comenzara la lectura de la sentencia. Luego vinieron los aplausos y algunas expresiones emitidas desde el público, principalmente compuesto por referentes del colectivo de mujeres.
Marianela Ubilla, la madre de Valeria, cuando escuchó aquella frase respiró profundo y emitió un silencioso llanto tomada de la mano de la fiscal Betiana Cendón. La mujer se quedó estupefacta por varios minutos, era la condena que esperaba, y cuando advirtió que Cordi era retirado de la sala, esposado y custodiado, gritó: “me mataste a mi hija, me la mataste, asesino”.
Los jueces Héctor Leguizamón Pondal, Marcelo Barrutia y Bernardo Campana resolvieron condenar a Cordi con la máxima pena, tal como lo habían solicitado los fiscales y la querella, y destacaron que la cárcel era “la pena propicia para una reinserción social adecuada”.
Al mismo tiempo descartaron cualquier atenuante. El caso, para los jueces, “no demuestra situación excepcional e impensada, mas bien, existió un ordenamiento de conductas tendientes a dar muerte a la citada, ejecutando los actos de acometimiento efectivo para dar fin a la vida de Valeria”.
Según la sentencia, no existió ningún morigerante para que Cordi no sea condenado a prisión perpetua. Un hecho contrario podría haber sido la asistencia a la víctima luego de dispararle con un arma de fabricación casera calibre 22, para intentar evitar la muerte, pero no ocurrió y huyó de los jardines de la Catedral de inmediato. “Abandonó a la víctima a su suerte luego de haber efectuado el tiro que significó su agonía lenta y consecuentemente su muerte”, señaló el fallo.
Cordi escuchó la sentencia con una atención difusa, sentado junto a su abogado particular Marcelo Ganuza y custodiado por policías. Cada tanto miraba a la prensa apostada en la primera fila de la sala. Cuando se conoció la pena no emitió palabra ni expresión y fue retirado de inmediato por sus custodios.
El tribunal aplicó la condena con perspectiva de género y ratificó que Valeria Coppa fue víctima de violencia de género. Tomó vital relevancia para determinar esta situación el testimonio de amigas de la víctima que confirmaron que sufría hostigamiento, maltrato e insultos. “Hay una situación clara de violencia a una mujer llevada al extremo”, sentenciaron los jueces que concluyeron que Cordi “decidió quitar la vida a una mujer por pretender ejercer su autonomía” y ante la amenaza de pérdida.
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