Puntos de apoyo en una hora clave
En una semana, el gobierno cosechó un gran acompañamiento internacional. El principal interrogante es si las palabras y las fotos de protocolo, terminarán esta vez traducidas en acciones.
En toda negociación, es indispensable conocer la “espalda” que ostenta cada una de las partes al momento de sentarse a la mesa. En este sentido es clave el respaldo con que cuenta cada uno de los interesados, respecto a su planteo y su estrategia. De eso depende en gran parte el resultado de la negociación.
Es el motivo por el cuál durante la primera misión del Presidente Alberto Fernández al exterior, se escogieron estratégicamente los destinos y las visitas.
No es casualidad que en apenas una semana, el gobierno haya recibido el aval del Papa Francisco, el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Presidente de los EEUU, Donald Trump. A ello hay que sumar el respaldo del mandatario francés Emmanuel Macron, y de la premier alemana Angela Merkel. El combo se cierra con la aprobación por unanimidad en el Senado de la Nación, de la ley que aporta los instrumentos institucionales necesarios para la renegociación de la deuda.
El apoyo del Papa difícilmente signifique un factor determinante en la puja con los acreedores, pero sin duda es una voz gravitante en la comunidad internacional.
La foto del Ministro de Economía Martín Guzmán durante su encuentro en Roma con la Directora Ejecutiva del FMI, en cambio, sí es toda una señal. Tanto para la propia negociación con el Fondo, como para la propuesta que se llevará a los bonistas. El punto es claro: si el FMI avala el planteo argentino, será complicado para los privados, negarse a la oferta del gobierno.
El mandatario norteamericano por su parte, hizo llegar su visto bueno mediante el flamante embajador argentino en EEUU, Jorge Argüello. Al momento de aceptar sus credenciales diplomáticas en la Casa Blanca, Trump consultó a Argüello sobre la situación en el país. El enviado argentino, se valió de los mismos argumentos que Trump está utilizando en su campaña para la reelección, y respondió: “Estamos iniciando una senda de crecimiento económico y creación de empleo. Sin embargo para eso necesitamos solucionar el tema de la deuda, y en ese punto es clave el apoyo de su país”, manifestó. Fue en ese momento que Trump respondió: “Dígale al presidente Fernández que se quede tranquilo que puede contar con este presidente”. No es un dato menor si en verdad el gobierno norteamericano avala la estrategia argentina en la renegociación de la deuda.
Tampoco lo es el explicito respaldo que brindaron Macron y Merkel, dos de los presidentes de países con más peso en el directorio del FMI, además de EEUU.
No obstante una lectura algo más profunda acerca de los resultados de la gestión diplomática en la última semana y sus consecuencias directas en la economía, habilita una serie de conclusiones.
Lo primero que resalta de la lista de reuniones y destinos mantenidas por el Presidente y sus funcionarios de primera línea, es que el gobierno ha elegido iniciar su gestión mostrándose al mundo como un “buen alumno” frente a los organismos multilaterales y los mercados con los que deberá sentarse a negociar en lo inmediato.
A contramano de lo que imaginaban los principales analistas, quienes ensayaban una relación directa entre la gestión económica de Alberto Fernández y las ‘recomendaciones’ de la Vice Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, el Presidente eligió un itinerario mucho más parecido a los que habitualmente figuraban en la agenda de Mauricio Macri, que al que hubiera trazado la ex mandataria. Ni Rusia, ni China, ni Cuba, ni Venezuela. Francia, Alemania y EEUU. Todo un mensaje impliscito respecto a los puntos de apoyo que el Presidente considera indispensables en el camino a la recuperación.
Dígale al presidente Alberto Fernández que se quede tranquilo, que puede contar con este presidente.
Donald Trump, Presidente EEUU.
El escritor y periodista Jorge Asís, lo resumió a la perfección en un tweet: “Macri acumulaba estampitas con los líderes que lo compadecían por los estragos heredados del populismo. Alberto junta estampitas idénticas y suplica por los desastres heredados del macrismo”. Paradójimente, los mismos principales líderes del mundo que ofrecieron su caluroso abrazo a Macri en las épocas en que la necesidad de “volver al mundo” se traducía en un hiper endeudamiento, hoy brindan su respaldo a Fernández para renegociar los pagos de la deuda que ellos mismos, con su apoyo de antaño, ayudaron a construir.
Por último, resta conocer cuál será el grado de involucramiento que practicarán los líderes globales para con la negociación argentina. “A nadie se le niega una foto”, es un dicho muy común en el mundo de la política. La premisa aplica también para la diplomacia. Muy distinto es lograr que de la retórica se pase a la acción. Precisamente el mismo dilema que enfrentó Macri, que dejó el poder sin lograr que el fenomenal apoyo de los mandatarios globales, trajera al país la ansiada y mil veces anunciada lluvia de inversiones productivas.
Al momento de tomar decisiones y sellar los acuerdos en papel ¿avalarán los gobiernos de EEUU, Francia y Alemania el plan de renegociación que Alberto Fernández dice que tiene pero no conviene aun comunicar? Solo el tiempo, que verdaderamente no es mucho, tiene la respuesta.
En toda negociación, es indispensable conocer la “espalda” que ostenta cada una de las partes al momento de sentarse a la mesa. En este sentido es clave el respaldo con que cuenta cada uno de los interesados, respecto a su planteo y su estrategia. De eso depende en gran parte el resultado de la negociación.
Es el motivo por el cuál durante la primera misión del Presidente Alberto Fernández al exterior, se escogieron estratégicamente los destinos y las visitas.
No es casualidad que en apenas una semana, el gobierno haya recibido el aval del Papa Francisco, el Fondo Monetario Internacional (FMI), y el Presidente de los EEUU, Donald Trump. A ello hay que sumar el respaldo del mandatario francés Emmanuel Macron, y de la premier alemana Angela Merkel. El combo se cierra con la aprobación por unanimidad en el Senado de la Nación, de la ley que aporta los instrumentos institucionales necesarios para la renegociación de la deuda.
El apoyo del Papa difícilmente signifique un factor determinante en la puja con los acreedores, pero sin duda es una voz gravitante en la comunidad internacional.
La foto del Ministro de Economía Martín Guzmán durante su encuentro en Roma con la Directora Ejecutiva del FMI, en cambio, sí es toda una señal. Tanto para la propia negociación con el Fondo, como para la propuesta que se llevará a los bonistas. El punto es claro: si el FMI avala el planteo argentino, será complicado para los privados, negarse a la oferta del gobierno.
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