Punta Perdices, un paraíso para descubrir en soledad en temporada baja

En su viaje para registrar la ruta de las aves migratorias, el fotógrafo Gustavo Castaing pasó por esta joya de San Antonio Este a 65 km de Las Grutas conocida como el Caribe de la Patagonia y así de solitaria la encontró en primavera. Aquí, sus imágenes y su relato.

Basta con llegar desde tierra adentro y encontrarse de frente con ese horizonte turquesa brillante, para saber que las rutas con rumbo ESTE llegaron a su fin. San Antonio Oeste y Este son un hito en el que se mezclan los marrones de la estepa con mil tonos de azul. Es la frontera misma entre el continente patagónico y el Atlántico Sur, intersección entre dos universos extensos y solitarios a la vez.

Punta Perdices. Foto: Gustavo Castaing.

Pero hay que ser preciso a la hora de buscar soledades en tan deseados destinos. La picardía a la hora de elegir la época del año es el precio y el paraíso en soledad, el tesoro oculto.

Pero resulta que San Antonio y Punta Perdices es también la primer parada en mi viaje siguiendo la ruta de las aves migratorias, que desde Alaska, hacen cada año su camino parando a alimentarse en los mismos lugares para luego seguir hasta las costas del Estrecho de Magallanes, donde pasan el verano en el Hemisferio Sur. Esta aventura tiene ese humilde propósito, acompañarlas y registrar en fotografías su viaje, comenzando desde San Antonio y culminando en Tierra del Fuego.

Uñas de gato. Foto: Gustavo Castaing.

Punta Perdices se encuentra ubicada a 65 km de Las Grutas, en la bahía que se forma entre San Antonio Este y Oeste. Una mística extraña abraza estos litorales. Las flores aparecen a lo largo de las playas extensas en pleno octubre y para cuando llega noviembre también lo hacen un sinnúmero de aves migratorias que viajan con rumbo sur, al extremo del continente. Una explosión de tonos y voces que surgen desde los médanos y se extiende hasta las aguas del estuario.

Punta Perdices. Foto: Gustavo Castaing.

Sin dudas estas fechas de primavera son las indicadas para aquellos buscadores de emociones en soledad. En esta época, las mareas que cubren y dan forma al intrincado paisaje, son atestiguadas por un reducido número de visitantes que disfrutan, sin par, de los paisajes y la salvaje hospitalidad de este paraíso. La clave está en la fecha.

Desde mediados de octubre hasta finales de noviembre, tanto Punta Perdices como su vecina, Playa de las Conchillas, gozan de un clima bonachón, salvo excepciones. Ni los intensos fríos con ráfagas desde el océano, ni las calurosas oleadas veraniegas que azotan la región a partir de diciembre, se expresan con intensidad en esta época.

Las Conchillas. Gustavo Castaing.

Punta Perdices en particular es una área protegida y tiene restricciones para su disfrute. Por ejemplo, no se puede hacer campamento. No está permitido llevarse «souvenirs» de las playas y las mascotas tampoco son bienvenidas, ya que en el estuario habitan varias especies de aves y es visitado por otras tantas migratorias.

Toda la península de San Antonio Oeste es un paraíso natural de un valor incalculable, es deber de todos velar por su protección y cuidado.


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