Proponen multas contra el acoso callejero en Neuquén

Lourdes corrió. El viernes pasado, a la 2.40, estaba junto a una amiga en la parada de colectivos, en el Bajo neuquino, cuando un hombre comenzó a masturbarse frente a ellas y las persiguió exhibiéndoles el pene. Se escaparon. La joven tiene 24 años. Dijo que recibió muestras de solidaridad cuando el caso se hizo público porque es una “víctima tipo” de acoso sexual callejero, una “buena víctima”. “Yo era una piba que salía de trabajar, estaba con uniforme. Distinta hubiera sido la situación si yo salía de un boliche y estaba con una minifalda, eso lo sabemos”, aseguró. Contó que no le permitieron brindar su testimonio acompañada. “Estaría bueno que las personas que reciben las denuncias estén capacitadas”, remarcó.

El acoso sexual callejero en espacios públicos involucra aquellas acciones físicas o verbales que conllevan hostigamiento basado en la condición de género, identidad y/o orientación sexual (ver aparte). No encuadran como hechos de “inseguridad urbana”: son situaciones de violencia sexista.

La organización Mumalá Neuquén presentó ayer un proyecto de ley para abordar estos casos que no son tipificados como delitos. En 2016 el bloque del Frente y la Participación Neuquina-UNE impulsó una iniciativa similar que nunca llegó al recinto.

La propuesta introduce una modificación al Código Contravencional y fija multas para quienes ejerzan acoso, además de una capacitación de carácter obligatorio (ver aparte). En los fundamentos se mencionan los datos recabados por el Observatorio de Mumalá, ya que no hay cifras oficiales.

“Nosotras presentamos este proyecto porque creemos que el acoso es la primera forma de violencia que vivimos las mujeres y las disidencias en el espacio público. Hicimos una encuesta en el 2017 y en la ciudad de Neuquén el 99% de las encuestadas sufrió acoso callejero. Es una problemática que no está visibilizada, está muy naturalizada y hasta culturalmente aceptada, “bien vista” por muchas personas”, afirmó Carolina Espinosa, integrante de Mumalá Neuquén.

Y agregó: “Los varones gozan de libertades que nosotras no tenemos al momento de hacer uso de la ciudad. Desde que somos niñas se nos enseña y se nos advierte que no hagamos contacto visual con extraños en la calle, que no nos vistamos de determinada manera porque podemos provocar alguna de estas situaciones, que crucemos de vereda si vemos algún grupo de varones y estamos solas”.

Las preguntas recurrentes cuando se plantea este tema son: ¿debe aplicarse un castigo al agresor?, ¿y si es así cuál debería ser la sanción?
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una ley de prevención del acoso sexual que establece desde multas, hasta la obligación de hacer trabajos comunitarios e incluso arresto.
La iniciativa de Mumalá Neuquén fija sanciones. Establece como boca de ingreso de las denuncias a la Línea telefónica 148 e indica una serie de políticas como la incorporación en la curricula escolar del tema y la elaboración de campañas de difusión.
“Nuestro eje principal es empezar a trabajar en áreas de prevención. La sanción es complementaria y me parece que sirve para darle visibilidad el problema, pero es secundaria en nuestro proyecto particularmente. Cada una de las situaciones de acoso tienen distinta gravedad. No es lo mismo que te siga un auto a que una persona exhiba sus genitales delante tuyo. El juez de Paz en este caso, o la jueza, es la que definiría cuál es el valor de la multa”, explicó Carolina Espinosa, integrante de Mumalá Neuquén.

• Son prácticas de connotación sexual ejercidas por una persona desconocida en el espacio público (calle, transporte, plaza) contra otra, basada en el género, identidad y/o orientación sexual.
  La persona acosada sufre un ataque a su libertad e integridad. El acoso causa intimidación, hostilidad, degradación, humillación y genera un clima hostil que modifica su vida cotidiana.

• Son situaciones de acoso los comentarios sexuales sobre el cuerpo.
  La persecución y el arrinconamiento.
  La masturbación y/o exhibición de partes íntimas.
  Gestos obscenos.
  Silbidos, jadeos.
  Las fotografías y grabaciones sin consentimiento.

• Los efectos del acoso van desde cambiar los recorridos habituales por temor a una agresión, hasta modificar los horarios en el que se transita por determinados lugares, caminar siempre en compañía de alguien y evitar hacerlo sola. Esto afecta directamente la autonomía de quienes ven restringida su libertad de intervenir en el espacio público