Qué es la energía incorporada de los materiales de construcción

Todos los materiales de construcción demandan una cierta cantidad de energía para su fabricación, en mayor o menor medida, según de qué tipo de insumo se trate. Cuáles son las estrategias de las empresas miembro de Argentina Green Building Council para neutralizar las emisiones de CO2.

La “energía total incorporada” de un material abarca la energía no renovable o energía primaria utilizada a lo largo de todo su ciclo de vida, es decir, desde la extracción, la fabricación y la construcción, además de la incluida en el mantenimiento durante la vida útil del edificio y su eliminación o reciclaje.

En otras palabras, la energía incorporada es la suma de las emisiones de gases de efecto invernadero (carbono liberado) atribuidas al material durante su ciclo de vida completo.

Los tipos de energía incorporada o emisiones de carbono se consideran y miden en relación a tres categorías: la energía incorporada inicial, la energía incorporada recurrente y la energía operativa.

El vidrio reciclado es una de las alternativas utilizadas colabora en la reducción de emisión de CO2.


La energía incorporada inicial se considera la energía no renovable consumida durante la adquisición de materias primas, el procesamiento, la fabricación, el transporte y la construcción. Por ejemplo, la energía incorporada inicial para una ventana de aluminio se considera la proveniente de la extracción del mineral, la producción y transporte a la planta; luego, la fabricación de la abertura y el transporte a la obra. Con lo cual, la energía incorporada inicial está determinada por la procedencia, el tipo y naturaleza del material y los fletes.

La energía incorporada recurrente sería la energía no renovable consumida para el mantenimiento, reparación, restauración, remodelación o reemplazo de materiales, componentes o sistemas durante el ciclo de vida de un edificio. En este caso, la durabilidad y el requerimiento de bajo o nulo mantenimiento de los materiales o sistemas será determinantes para reducir esta categoría.

“El sector de edificios y construcción es, sin lugar a dudas, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que es responsable de un escalofriante 37% de las emisiones mundiales».

Finalmente, la energía de funcionamiento es la consumida en los edificios para calefacción, refrigeración, ventilación e iluminación. 

“El sector de edificios y construcción es, sin lugar a dudas, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, ya que es responsable de un escalofriante 37% de las emisiones mundiales. La producción y el uso de materiales como el cemento, el acero y el aluminio conllevan una importante huella de carbono”, sostiene un reciente reporte del Programa para el Medio Ambiente de la ONU*.

Históricamente, según el reporte, las iniciativas sector “se han centrado en la reducción de las emisiones de carbono ‘operativas’ de los edificios” y se espera que estas emisiones operativas disminuyan del 75% al 50% de las emisiones totales del sector en las próximas décadas. Sin embargo, la ONU advierte que “se han quedado rezagadas” las soluciones para mitigar las emisiones de ‘carbono incorporado’ a los edificios, derivadas del diseño, la producción y la utilización de materiales. 

Iniciativas para reducir las emisiones de CO2 en la fabricación de materiales



Alineadas con el llamado de atención del reporte de la ONU, las empresas Miembro que se suman a la comunidad de Argentina Green Building Council tienen en marcha estrategias y planes de inversión para neutralizar la huella ambiental de su actividad en la producción de materiales de construcción.

«La incorporación de vidrio reciclado, procedente del mercado, en la mezcla para producción de vidrio nuevo reduce en un 20% de su peso la emisión de CO2 a la atmósfera. Desde hace un tiempo estamos trabajando en un plan de recuperación de ese vidrio desde nuestros clientes y aguas abajo en la cadena de valor”, expresa Daniel Bergant, jefe de Ventas de Productos Especiales y Asistencia Técnica de VASA.

El principal proveedor de vidrio del país inauguró en 2022 un horno en su planta de Los Cardales (provincia de Buenos Aires), que se suma al que ya poseía en la localidad de Llavallol, para duplicar la producción de Float con menor impacto ambiental. “En la planta de Los Cardales están puestas las últimas tecnologías disponibles en cuanto a reducción de emisiones gaseosas, y ésta línea está preparada para recibir más inversiones a futuro para disminuir la emisión de CO2 mediante diversas técnicas”, asegura Bergant.

Y anticipa: “En un corto plazo, toda la energía eléctrica va a provenir de fuentes renovables, y ya hoy el porcentaje es superior al 70%”. Además, “entre las energías alternativas, una opción muy interesante a futuro es la utilización de hidrógeno verde en reemplazo de combustible fósil para la fundición de la mezcla de vidrio. NSG, grupo al pertenecemos, en su planta de Inglaterra ya hizo pruebas con resultados muy positivos”, cierra.

Industria del aluminio



La industria del aluminio también enfoca sus esfuerzos para neutralizar su huella.
“Nuestra hoja de ruta tecnológica es nuestro camino hacia cero emisiones y una economía más justa y circular. Nuestro objetivo es producir aluminio mejor y más ecológico”, sintetiza Hydro Argentina, alineada bajo la dirección estratégica de Hydro.

En ese sentido, la innovación y la transición tecnológica son clave para cumplir con sus metas de sostenibilidad, ya que permiten mejorar los productos y procesos de aluminio, desarrollar tecnología de vanguardia para utilizar menos energía, reducir las emisiones y ayudar a sus clientes a cumplir sus objetivos de sostenibilidad. 

Igualmente sucede en la fabricación de revestimientos



Cerámica Alberdi, productora de cerámicas esmaltadas y porcelanatos ha implementado, y tiene en agenda, iniciativas para reducir el consumo de energía y agua en todos los procesos.
 

Por ejemplo, se instalaron quemadores de alta eficiencia en las dos plantas que posee la empresa -Salta y José C. Paz- logrando optimizar la quema y, por lo tanto, la emisión de gases es más controlada. Además, para bajar el consumo de gas natural los hornos trabajan con la recuperación de calor.

Con el mismo objetivo, las piezas de cerámica rotas se reciclan para reincorporarse en la pasta, entre un 5 y un 8% de la mezcla.  A su vez, ambas plantas están potenciando la iluminación natural en las naves de producción y la migración a tecnología led de las luminarias de mercurio, logrando mayor durabilidad. 

Referencia: * Programa para el Medio Ambiente ONU. Reporte 13 de septiembre 2023 https://www.unep.org/es/resources/informe/materiales-de-construccion-y-el-clima-construyendo-un-nuevo-futuro


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