Profanaron el cementerio judío de La Tablada
Fueron destrozadas 62 tumbas, número que coincide con los meses transcurridos desde el atentado a la AMIA. Ayer la comunidad judía realizó su acto de recordación de las víctimas. Califican como "agravio adicional" que la profanación haya sido en vísperas del Día del Perdón.
BUENOS AIRES – Con el ambiente todavía sensibilizado por la masacre de Villa Ramallo y las implicancias de la inseguridad en la carrera política del gobernador Eduardo Duhalde, este fin de semana fue profanado el cementerio judío de La Tablada.
La AMIA y la DAIA denunciaron ayer que que fueron destruidas 62 tumbas del cementerio ubicado en el partido bonaerense de La Matanza.
El ataque se produjo entre la noche del viernes y ayer por la mañana, y no es la primera vez.
El número de tumbas profanadas coincide, curiosamente, con el de los meses transcurridos desde el atentado que voló la sede de la AMIA y se produce en vísperas de la celebración más importante de la comunidad judía: el Día del Perdón.
«AMIA y DAIA expresan su máximo repudio y condena por este criminal y vandálico acto, que al producirse en las vísperas del Día del Perdón (Iom Kipur), el día más sagrado del año del calendario judío, constituye un agravio adicional para nuestra colectividad», se indicó en un comunicado.
También en esas horas se cumplieron 62 meses del ataque terrorista a la sede de la AMIA, que mató a 86 personas el 18 de julio de 1994, y la comunidad realizó un acto en la Capital.
«Buscamos asesinos despiadados, luchamos sin darnos tregua para que sean detenidos, procesados y castigados», dijo Sofía Guterman, cuya hija falleció en el ataque terrorista. «La masacre perpetrada en este lugar el 18 de julio de 1994 es una terrible tragedia, mientras la búsqueda de los criminales por parte de quienes deben hacerlo parece una comedia superficial», afirmó la única oradora del acto.
Ayer también, la AMIA y la DAIA expresaron su «solidaridad a las familias damnificadas» por la profanación de las tumbas, que en su mayoría sufrieron roturas en sus cabeceras y vidrios, pero no se encontraron pintadas.
Efectivos de la policía bonaerense realizaron ayer un relevamiento antes de que el cementerio se cerrara a las 15, y hasta el martes, con motivo de las festividades religiosas del Día del Perdón.
El último ataque contra el cementerio había tenido lugar el 25 de diciembre de 1997, precisamente en el mismo sector profanado este fin de semana, durante el descanso sabático judío, que va del viernes a las 15 al domingo por la mañana.
La causa por las profanaciones de 1997 estaba en poder del juez Héctor Alí, quien fue baleado la semana pasada en un presunto intento de robo.
Durante su discurso de ayer, Guterman sostuvo que «los verdugos de nuestros seres queridos, amparados en la densa impunidad, piensan que nuestra búsqueda va a durar eternamente. Nosotros exigimos que haya de una vez por todas la decisión política para encontrarlos», fustigó.
La mujer mencionó el ataque contra las tumbas de La Tablada, y destacó que «no se puede ser un país del primer mundo cuando la ciudad se tambalea en una loca danza de miserias, cuando las leyes son un instrumento impotente, cuando no hay leyes para condenar el terrorismo, cuando cada poder desde su lugar no hace lo que le corresponde y cuando el sistema judicial no conserva el respeto y la confianza del pueblo».
Y agregó «no es plena una democracia cuando se condiciona lo que decimos y se enojan cuando exigimos justicia para nuestros muertos. No es auténtica la democracia cuando a nuestro sistema no le preocupa la culpa o la inocencia», dijo. (DyN)
«Es una provocación a la sociedad»
Buenos Aires – El presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), Rogelio Cichowolsky, calificó de «provocación a la sociedad» la profanación de 62 tumbas en el cementerio judío de La Tablada.
«Este hecho es muy parecido al de diciembre de 1997 y al de octubre de 1996 y parecieran estar hechos por la misma mano y son provocaciones a toda la sociedad argentina», afirmó Cichowolsky.
El titular de la Daia opinó que «esto es un eslabón más de una cadena ya demasiado larga y, en la medida que no se pueda esclarecer alguno de los hechos, vamos a estar sujetos a que se sucedan otros».
Cichowolsky manifestó su esperanza de que este hecho «sea el último de toda una cadena de episodios similares».
Por su parte, el titular de la Asociación Mutual Israelita Argentina, Hugo Ostrower, consideró que «atacar la vida humana es algo terrible y atacar cadáveres es un hecho repugnante».
Las tumbas rotas corresponden a varias manzanas del cementerio judío de La Tablada, ubicadas en el sector lindero con las vías del ferrocarril.
El personal del cementerio descubrió ayer las 62 tumbas con sus cabeceras caídas y roturas de vidrios, aunque no hallaron inscripciones ni leyendas.
Las autoridades de la colectividad judía manifestaron su «solidaridad con las familias damnificadas» y dijeron que procederán a reparar las tumbas «cuando lo permita el juez interviniente.
Este cementerio registra antecedentes de profanaciones.
En la nochebuena de 1997 se descubrieron 30 tumbas destruidas, con destrozos mayores ya que incluyeron rotura de fotos de los difuntos.
Un año antes, el 24 de diciembre de 1996 las profanaciones incluyeron, además de las roturas, pintadas y leyendas antisemitas.
El primero de enero de 1997 el blanco de los vándalos fue el cementerio judío de Ciudadela, en el que destruyeron alrededor de 20 lápidas. (Télam y DyN)
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